Xogo - Retro: Championship Hockey (SEGA Master System) - Análisis/Review

A finales de los ochenta y durante los años noventa, con la intención de atraer a los jugadores más competitivos y amantes del deporte, fueron muchos los sistemas de videojuegos que se lanzaron a producir títulos que reflejaban en mayor o menor medida disciplinas tales como fútbol, baloncesto, beisbol y hockey, tenis, boxeo, hípica e incluso golf. La mayoría de ellos eran alternativas individuales, siendo mucho más complejos y divertidos los que confrontaban a varios equipos y hacían gala de una primitiva y rudimentaria inteligencia artificial. Y no sólo eso, sino que además éstos ofrecían la posibilidad de enfrentarse a un amigo o un hermano en la modalidad a dobles o multijugador.

Era ver estas letras en oro y me creía que tenía un producto del quince.

Uno de éstos, venido a menos como deporte al menos en España y en la casi totalidad de los países europeos, siempre a la sombra del ahora convertido en un circo, el balonpié (seguro que hace siglos que no escucháis esta palabra), disfrutó de dos entregas, tanto en Game Gear como en Master System, recogiendo el testigo de otros videojuegos deportivos que pululaban por nuestras consolas en la época de los 8 bits. Os hablo de Championship Hockey, en esta ocasión el título desarrollado para SEGA Master System y trasladado de Mega Drive, un videojuego de hockey sobre hielo publicado en el año 1995 por la para muchos infame y con altibajos en sus propuestas, U.S Gold. 

Como todos los juegos en caja donde aparecían sus iniciales y fondo dorado rodeando las letras, recuerdo que siendo un adolescente de entonces, aquel sello me suponía a todas luces un distintivo extra de calidad. Y no sería el único de sus trabajos paseándose por la consola ochobitera de SEGA, pues otros muchísimos títulos habían visto la luz en dicho sistema, de los que podríamos citar algunos como Paperboy, Gaunlet, Outrun Europa o Alien Storm. Es por tanto una sorpresa que una de sus producciones sea a la vista inicial uno de los juegos menos ambiciosos, siendo un videojuego de Hockey sobre hielo, otro de tantos, pues hay muchos más de este estilo que en su vertiente sobre hierba en comparación. Algo que llego a entender, pues quien más y quien menos haya presenciado ya sea en directo o a través de televisión un partido de este estilo, sabrá de sobra que éste es mucho más espectacular por el medio sobre el que se desarrolla y porque en ocasiones se han llegado a disfrutar de secuencias más propias de una batalla campal.

Sin embargo y para nuestra desgracia, una vez que echamos la vista hacia otras entregas con el mismo protagonista, descubrimos que a este Championship Hockey, port de EA Hockey para Mega Drive por daros más señas, le viene algo grande el sistema, pareciendo en lineas muy generales algo por debajo de otros videojuegos sobre hockey en pista de hielo que reflejan dicho deporte de un modo técnica y jugablemente mejor. Por citaros dos ejemplos y sin pelearme demasiado, pese a no compartir la misma vista aérea con la que cuenta éste, os dejo por aquí una de mis primeras entradas de un título al que le di mucha caña en solitario y a dobles, como Slap Shot (1990) o el mismísimo Great Ice Hockey de 1986. 

Al menos el tipo luce resultón.

Gráficos:

Metiéndonos en situación e incluso dentro del contexto de la época, a mi parecer este juego es bastante minimalista y con unos colores algo chillones para su momento, pese a que en primera instancia cumple perfectamente y ese es un mal menor. De hecho, no le falta casi nada de lo que se plasma en pista, y podemos distinguir tanto público como las zonas de juego, laterales para el saque de faltas y la parte de medio campo, así como los jugadores bien animados, portería y la valla de protección. También contamos con las distintas indumentarias de cada una de las nacionalidades (que no dejan de ser una piel o skin, siendo la de España un tanto desconcertante). Pero si algo falla en esto es la visibilidad del disco que corre, siendo muy difícil de reconocerlo en ocasiones tanto por su tamaño como por la velocidad que llega a alcanzar. No obstante, es algo que ya se ha visto en otros videojuegos del mismo tipo, máxime si tenemos ciertos problemas de visión. Es lo que tiene hacerse mayor... 

Contamos además con una opción de pausa con características que no se limitarán a la típica tabla con números (bastante completa, por cierto), sino que ésta nos muestra a gente sentada en las gradas con un estilo bastante trabajado que choca contra ese minimalismo del que el resto del juego hace gala. Además cuando hacemos un saque se muestra otro dibujo en un recuadro que nos enseña tanto al árbitro y a los capitanes de equipo en plena faena, que aunque parezca espectacular se repite cada vez que hacemos un saque y poco más. Ni siquiera contamos con un cambio de campo tan elaborado como el citado Slap Shot, donde el entrenador le daba una reprimenda a los jugadores dependiendo del resultado. También la pantalla de inicio muestra a un jugador. 

El juego cuenta con algunos detalles que le sacan de esa excesiva simpleza, pero viendo el año en el que fue publicado podía haber hecho muchísimo más. 

El aspecto es muy de unos antes. ¿O no?

 

Las animaciones de los jugadores, aunque no están mal del todo, son escasas y no vienen acompañadas de las típicas celebraciones ni escenas de cambio de banda (sigo acordándome de Slap Shot). Tampoco contamos con situaciones bien detalladas como caídas y resbalones sobre el hielo, como mucho menos las infracciones que llevan al banquillo a los jugadores (Slap Shot... otra vez), reiterándome en que no comprendo cómo no se llegaron a pulir esos detalles cuando otros sí lo habían hecho antes. Mucho menos llego a entenderlo teniendo en cuenta de que es un port de un juego que salió en Mega Drive y que gráficamente cumplía bastante. 

En esta pantalla escogemos equipo y opciones. Muy completo para la época.

Sonido:

El sonido también se queda muy atrás respecto a otros vídejuegos que sí cuentan con melodías y mejores efectos (Slap shot... Slap Shot... Slap Shot...). Si esperábamos algo más ya podemos darnos la vuelta y dedicarnos a otra cosa pues, aunque existen efectos como los de pase, puntaje y un tema de entrada una vez cargado el juego que parece haber llenado todo el espacio que le quedaba al cartucho por calidad y por ser breve, el resto es prácticamente anecdótico. Como ya he dicho en otras reseñas, aquí no hay mucho más que rascar.

Comenzamos la modalidad de Campeonato.

 

Jugabilidad:

Supongo entonces que, visto lo visto y a tenor del resto que parece haberse quedado en el tintero, los desarrolladores deberían de haber puesto en este apartado todo su buen hacer y empeño, lo que justificaría el que sea uno de los videojuegos más cotizados en la actualidad (por raro y escaso para encontrarlo, más que nada... ). Y en cierto modo es así: este Championship Hockey para SEGA Master System cuenta con bastantes más opciones que la mayoría de juegos similares de su tiempo. Yo creo haber contado hasta 22 nacionalidades, lo que sumado a su propia indumentaria (y ahora mismo no estoy seguro de si con diferentes características), pasando por poder elegir varios modos de juego que superan en mucho a otros videojuegos de su condición. Así, tenemos partido de demostración, partida suelta o campeonato, que es donde hay mucha más chicha, pudiendo definir los minutos transcurridos para cada turno en el campo y, lo más importante y que acerca de alguna manera este juego a la simulación, poder añadir detalles como las faltas y alguna otra cosilla más. Esto que parece una tontería sin fundamento nos permite disfrutar de la partida completa o de un modo más casual. 

A la hora de manejar los controles, éstos son compensados de una manera decente con una respuesta rápida aunque algo caótica en algunos instantes. Los jugadores responden correctamente pese a que la IA suele dispersarse y no siempre tengamos un jugador próximo al disco (puck para los expertos en inglés). Esto nos lleva a aporrear el botón del mando para conseguir hacernos con un pase, siendo de todos sus males, el peor de todos ellos, el hecho de que a veces nuestros compañeros se aturullan y suelen quedarse encallados entre ellos o contra la pared. Es algo que se soluciona con mucha práctica y que creará situaciones en las que tendremos ganas de tirar el mando al suelo, pero por otra parte y si estamos jugando contra otra persona (no iba a ser un animal, claro), suscitará cierta tensión y emoción. Ya sabéis que estos juegos donde más ganan es contra un contrincante humano. 

El manejo del mando es también muy escueto aunque funcional y, como todos los juegos de este tipo y teniendo en cuenta la mala cruceta de Master System (y que se rompe como nada si la maltratamos), ésta sufrirá más de lo que debería. Pese a todo, responde a las mil maravillas para movernos hacia arriba y hacia abajo, a los lados o diagonalmente, lo que sumado al botón de disparo y el de pase, al igual que si mantenemos uno de ellos pulsado correremos más sobre la pista, convierte la experiencia en algo muy disfrutable. También podemos perder el disco si hacemos un mal movimiento o lo lanzamos hacia ninguna parte, quedando éste a la deriva hasta que alguien lo pueda recoger. 

Creo recordar que para ver el marcador de tantos teníamos que acceder al menú de pausa. Ya editaré esta entrada cuando descubra algún otro detalle sobre esta cuestión.

Parece una acuarela, pero es un juego de hockey.

 

Como contras a todo lo visto, aquí no hay batallas a puñetazos ni expulsiones, ni cambios de campo animados o descanso, lo que no quita que sea un juego bastante entretenido. El portero, verdadero protagonista de otras aportaciones, aquí es casi inservible y una auténtica tragadera (he visto elefantes con más movimiento). El disco a veces da la sensación de que entra porque tiene que entrar. Da igual el ángulo desde el que tires que seguramente anotarás. 

La cámara, aunque entra dentro del ámbito gráfico, es por su parte muy lenta y perderemos muchísimas veces la acción sobre la pista no dándole tiempo a seguir el movimiento del disco. Esto no es excesivamente malo al ser un mal del que adolecen la mayoría de juegos deportivos en equipo en mayor o menor medida, pero sí es un detalle que arruina parte de una experiencia que podría haber sido mucho más placentera. 

En cada saque disfrutaremos de esta imagen... y con suerte.

Conclusión:

Championship es un juego que tiene pros y contras casi a partes iguales. Me gusta y a su vez no me convence del todo. En un principio es verdad que me confundió bastante al querer disfrutarlo emulado desde una psp y con un control que no estaba del todo preparado para este juego. La cosa, sin embargo, cambia bastante y en positivo (aunque no tanto como para desear hacerme con una copia original y menos con su precio), pudiéndolo probar en un sistema de SEGA original con su Everdrive. De todas las modalidades, aunque cuenta con muchas para su tiempo, a dobles gana muchísimo ya que la IA es desastrosa por momentos. Soy normalmente muy permisivo con este tipo de fallos pero aquí no parece haber una lógica ni línea definitoria, y donde más falla es que tiremos como tiremos parecerá más un disparo de suerte que gracias a nuestra habilidad. Lo más desconcertante son los integrantes de cada equipo, deteniéndose o perdiéndose por las esquinas, cuando no se entorpecen y parecen pelearse (a saber si es ésto lo que han querido reflejar y entonces me quitaría el sombrero por su realismo) y no logran avanzar. El disco suele perderse visualmente entre los jugadores y hay que hacer un examen para descubrirla. Es una lástima que algo que podía ser muy divertido a priori, al menos en solitario, se convierte en una experiencia no muy mala, pero sí desigual.

¿Dónde está la pelota? ¿Aquí o aquí?

 

Lo mejor:

-Diferentes modos de juego.

-Muchas nacionalidades para elegir.

-Menú de pausa con varias estadísticas de juego.

-Campeonatos largos.

-Divertido a dobles.

-Buenas físicas en algunos detalles.

Lo peor:

-Salvo los colores, creo que todas las naciones son idénticas aunque esto ya lo editaré luego.

-Le faltaría algo de ambientación de juego.

-A veces es caótico su manejo.

-La bola se pierde visualmente.

-El portero no tiene casi interacción.

-Sin piezas musicales salvo la de la intro.

-Los jugadores se enganchan muy a menudo entre ellos y contra las paredes.

-Malísima inteligencia artificial.

-Los tantos entran porque sí.

ChampionShip Hockey para Master System al completo.

Como muchos manuales de U.S Gold, son todos un tocho de gordos. Championship Hockey.

Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

¡Y hasta la próxima entrada!