En el Paquete: The Elder Scrolls III - Morrowind + King's Quest VIII: The mask of eternity

Estrenamos el mes de octubre con dos grandes clásicos recién llegados a esta sección; apartado -muchos ya lo sabéis- en el que de vez en cuando os traigo reseñas, o simplemente hago menciones (hoy va a ser esto último por falta de tiempo y porque tampoco los tengo muy frescos al haberlos tocado hace casi dos décadas) pero sobre todo para inventariar y dejar constancia de mis posesiones en alguna parte y de todo aquello que muy lentamente va engrosando las filas de mi colección.

The Elder Scrolls III: Morrowind (2002) y King's Quest VIII: La máscara de la Eternidad (1998). Títulos ambos, imprescindibles de los videojuegos, y mientras el primero nos lleva por Morrowind, el segundo hace lo propio en Daventry, un reino antaño pacífico y ahora asolado por una cruel maldición. 

De ellos es de quienes hoy os quiero hablar.

-The Elder Scrolls III - Morrowind:

En el caso de la creación de Bethesda, y siendo la de caja grande de cartón mucho más apetecible para coleccionarla (y lamerla hasta empaparla), su precio desorbitado me ha empujado sin embargo a pillar una rabieta y hacerme con la edición más barata: la de CodeGame (del año 2003 o 2004, ahora mismo no recuerdo...); una versión que, pese a sus detractores y siempre enfocadas casi todas las quejas en lo relativo al tamaño del manual de usuario, cumple no obstante con los requisitos básicos para quien prefiere disfrutar de un formato tangible como es el físico y no uno imaginario como es el digital. Es obvio que si comparamos ésta edición con la que se vendió en Reino Unido y que cuenta con al menos una tonelada de páginas, sale perdiendo por mucho pero... seamos honestos, camaradas... porque hemos venido a jugar y en ese creo humildemente que lo hace bastante bien. No sólo cumple de sobras por contener el juego protagonista en una edición más actualizada que la de salida originalmente, sino por recopilar además en esta entrega sus dos expansiones oficiales: The Bloodmoon y The Tribunal. En total 4 DVDs con un acabado decente y un manual que, sorprendentemente, no es tan escueto como decían (los he visto mucho peores). Aquí todavía hay algo que leer.

Quizás la única pega que se pueda achacarle, eso sí, es no traer un mapa de la región. Pero por el precio original de su momento (creo que se podía encontrar en cualquier tienda por unos 10 euros), no se podía pedir mucho más.

Que no os engañe la "viejunez" gráfica de Morrowind. A día de hoy sigue siendo impresionante.

Un gran juego, considerado por la comunidad de jugadores como el mejor de toda la saga; más profundo y rolero, difícil en todos sus aspectos y menos consolero, con entornos mucho más variados y una historia más trabajada comparándolos siempre con las partes de Oblivion y Skyrim que le siguieron después. Un videojuego que, al igual que sus hermanos pequeños, es carne de cañón para los mods; no sólo aquellos que lo modifican a nivel jugable y lo mejoran en todo, sino también aquellos que rejuvenecen sus gráficos de tal manera que podría pasar por un juego algo más actual.

De esta tercera entrega basada en Morrowind recuerdo mi primera vez en casa de un amigo mientras éste estaba jugando; tocayo de nombre y compañero no de clase pero sí de instituto, un tal Ledo Martínez (qué pasa, chavalote, espero que te vaya bien la vida), del que ya os he hablado en numerosas ocasiones y que fue quien prácticamente me entronizó en el mundo de los clásicos como Doom, Duke Nukem, Diablo, Quake y también al que le debo la mayor parte de mis gustos respecto a los videojuegos. Como decía, recuerdo mirar la pantalla de su viejo Pentium 75 (creo que era ese modelo) y quedarme medio estresado y estupefacto al ver en sólo un instante al abrir el inventario y la ficha del personaje, una enorme cantidad de opciones lo que ya demostraba su complejidad.

Qué tiempos aquellos, de verdad...

-King's Quest VIII: La máscara de la Eternidad (1998):

La séptima entrega de la saga acabaría saliendo también en otra edición más barata. En este caso la de Computer Hoy y para mi gusto muy inferior en cuanto a los materiales y presentación respecto a cualquier otra de CodeGame y mucho más si hablamos de FX. Aún así y sea cual sea el envase, estamos ante otra gran obra de Sierra creada por Roberta Williams y su marido, y denostada por los jugadores más puristas. ¿El motivo? El ser el primero de la saga de King Quest que entró de lleno en el formato 3D.

Un híbrido entre el "point and click" y una aventura típica en tercera persona al estilo Tomb Raider, pero que en su momento y tras acostumbrarme a su sistema, me encantó. Dotado de una atmósfera muy especial y de los últimos años 90, con mapas que invitaban a recorrerlos en toda su extensión, con los fallos típicos de su tiempo como los que tenían que ver con las colisiones, pero con pese a sus defectos, un doblaje al español muy decente. Sobre todo para aquellos años en los que muy pocos videojuegos llegaban traducidos por completo y no sólo en los textos. Un juego con hasta tres modos de dificultad.

King Quest: la máscara de la eternidad. Otro juegazo.

Dos grandes joyas que me he llevado con apenas 11 euros y en muy buen estado de conservación. Sobre todo el primero, Morrowind, en inglés aunque existe por ahí una traducción de Clan Dlan. El segundo, como ya he dicho, en riguroso castellano.

Mis copias originales esperando cola para hacerles sitio...