En el paquete: The Terminator + SEGA Chess - Sega Master System

Rara vez coinciden -yo creo que nunca hasta ahora y menos con apenas dos semanas de diferencia- la reseña de un videojuego en este blog por una parte, y por la otra que os hable del mismo título en esta sección.

 Cuando eso ocurre suelo ahorrarme una entrada, aprovecho y os hablo de ello, aunque es verdad que a veces sucede que el margen es mucho más amplio y acaba la cosa a pares, pero intento que los visitantes habituales, que alguno hay escondido, no se agoten al repetirme, además de que el tiempo de todos (y el mío también, por supuesto) es oro del que cagó el moro y tampoco me gusta redundar.

Jaque-mate.

Sin embargo he aquí la primera de todas, o al menos que yo recuerde, pues mientras en la última entrada os traía uno de los títulos más emblemáticos para la consola de ocho bits y basado en una película, hoy os dejo por aquí a modo de recordatorio una de mis últimas compras -junto a alguna otra que iré repartiendo en los próximos días y según vayan llegando- pero de la que ahora mismo quiero que sea protagonista absoluto el videojuego que reseñé concretamente el día 13 de este mes.

Albertucho, cara de cartucho. 

Con ustedes, mi copia de The Terminator (reseña que hice hace nada en el enlace); un videojuego entretenido y con algunos puntos a su favor como tal, pero al que por desgracia le lastra una cortísima duración (aunque juraría que es más largo, y mucho mejor, por supuesto, que la considerada por muchos auténtica ponzoña, como Regreso al futuro III).

Terminator, con mala leche y en todo su esplendor. 

Lo disfruté y terminé en su tiempo, y la compra la estaba dejando para otro momento (podría decirse que la pillé de rebote porque estaba buscando otra cosa), pero es hoy, por fin, que puedo decir que poseo mi copia original y que tan sólo me falta un título (el de los Simpson) para completar mi colección primigenia; aquellos juegos de Master que gocé en su época, por préstamo o alquilados, y que ahora descansan junto a los que ya tenía de chaval. 

Arnol Suorsenigger por uno de sus lados.

Eso sí, el menda no se vino solo, sino con todo un señor SEGA Chess desarrollado por los mismos del Probe Miguel (no pude resistirme...); un pequeño capricho a muy buen precio y el único juego de ajedrez disponible en la consola. De los pocos videojuegos que salieron con voces digitalizadas para Master System, con una inteligencia bastante depurada, y del que ya os hablaré más adelante o hasta puede que esta misma semana. 

En fin, aquí los tenéis.

Dos títulos sabrosones que se vienen para saciar a lametones mi Diógenes.