No tenía pensado hacer ninguna entrada a día uno de enero, pero también es cierto que los dos últimos años hablé de dos clásicos como Doom y Alone in the Dark. Ambos juegos muy queridos y recordados, piezas clave en la industria del videojuego, además de ser la punta de lanza de los que más tarde vinieron. Sí, Doom ya llevaba un tiempo en PC, pero fue con ese con el que se inició la franquicia en Playstation.
¡Machista! |
Hoy podría hablaros de cualquier cosa para salir del paso y así anotar una entrada; tengo unos cuantos juegos por ahí "ciscados" que pasaron por las tiendas sin mayor pena ni gloria -y que sin embargo se merecen unas líneas- pero ha sido mientras hurgaba en mi colección de SEGA, que he visto uno del que todavía no os había hablado, y que sin duda fue una de las sagas más importantes (para muchos de los jugones de entonces). No voy a contaros cuántas versiones hay ni algunas de sus diferencias, porque ahora no toca y tampoco quiero estar toda la tarde escribiendo, pero sí quiero hacer una pequeña reseña y acercaros la que fue la versión de Wonder Boy y Master System con sus 8 bits.
El chico que toda suegra desearía. |
Wonder Boy: del salón recreativo al salón de tu casa.
El chico maravilla, o maravilloso, o como queráis llamarle, vio la luz por primera vez en las recreativas del año 1986 (qué mayores nos hacemos, copón) siendo desarrollado por Westone Bit Entertainment (anteriormente llamados Escape) para las plataformas arcade de SEGA; cuando la compañía japonesa todavía gozaba de una caché increíble y reconocimiento por encima del resto, convirtiéndose con el paso del tiempo en uno de los videojuegos más versionados y queridos junto a clásicos como Golden Axe, Ghouls and Ghosts, Double Dragon y otros tantos que por aquellos años nos hicieron gastar los dineros. Un imprescindible en casi cualquier colección sea cual sea el sistema, y es que es raro el coleccionista que no tenga algun port de esta saga y mucho menos este Wonder Boy.
Los japoneses nos siguen dando mil vueltas en cuanto a las portadas... |
Fue en el mismo año cuando los japoneses (y también neozelandeses) pudieron disfrutar, dándole un bombo inusitado para la época debido a la evidente diferencia de potencia, de una versión para casa que no desmerecía en absoluto respecto al juego original. Con una calidad gráfica que distaba bastante, eso sí, debido a una paleta de colores más pobre y unos acabados inferiores, pero con prácticamente todos los elementos que tenía su hermano mayor y -lo más importante- además con la misma jugabilidad. La encargada de llevar hasta los hogares aquel primer acercamiento fue la menos conocida SG-1000; predecesora de Mark III o lo que es lo mismo, Master System en occidente, contando esta con su propio juego algo más tarde, y con una calidad tal que era bastante difícil echar de menos a la máquina recreativa. Yo recuerdo jugar en el arcade, como siempre cerca del instituto, y esta vez en un bar de la misma calle, y explotarme la cabeza cuando por fin me llevé a casa una copia comprada en un rastrillo de Vigo porque, simplemente, no me lo podía creer.
A partir de ahí fue un no parar, necesitando de manera imperiosa el hacerme con todos los Wonder Boy de la saga y que corrieran en la consola; Wonder Boy, Monster Land, Dragon's Trap y Monster World y, resumiendo, disfrutando de una de las mejores sagas clásicas que puedan haber existido en la historia de los videojuegos. Y no exagero...
Pero no quiero daros mucho la chapa y si queréis más información tenéis la wikipedia, así que vamos con Wonder Boy, el primero, el original de 8 bits para SEGA:
Wonder Boy en su versión SG-1000 |
"Oscuras selvas vírgenes. Océanos sin fin. Áridos desiertos. Introdúcete en ellos desafiando a horribles criaturas y desastres naturales para rescatar a Tanya de las garras de un rey brutal". (lo que nos flipabamos con esto que rezaba en la trasera de la caja... y luego nos enfrentábamos a ranas y abejas...)
Historia:
Ahora que las féminas se encuentran en pie de guerra y hasta el aire de un pedo les molesta y tildan de machista (la noticia es real y se habló de ello hace unos años, aquí), no creo que exagere demasiado cuando digo que posiblemente este título no viera la luz hoy en día al igual que muchos otros juegos con idéntica temática pero tan inofensivos como lo pueda ser Mario. Al parecer es demasiado ofensivo e hiriente el que un hombre salve a una mujer si esta se encuentra en apuros (ya sabéis, chicos, si necesitan ayuda, ni tocarlas con un palo) y mostrar algo semejante en pantalla, en el cine o en la literatura, hoy en día es hacer apología de su debilidad física y por tanto, invisibilizarlas. ¿Seguro que estamos en el año 2022? Es bastante lamentable que vayamos por este camino... Pero este es el precio de la democratización y que un nuevo público general se acerque a un mercado que por norma, y no por machismo sino por números, gustos y aficiones, era frecuentado por el sexo masculino (nunca se les prohibió jugar a nada ni acercarse, pero ya sabéis: hombre hetero y caucásico... el enemigo a batir).
Pero a lo que iba: aquí el muchacho (llamado Tom) tiene que rescatar a su novia (llamada Tanya o Tina según la plataforma) y salvarla de un ser malvado en una historia que ya conocemos de sobra; pegarse un viaje a lo largo y ancho del mundo para partirse la cara con él y salvar a la chica de sus garras. Es lo que tiene el patriarcado, que nos invita a los hombres a jugarnos la vida por quienes amamos. Si es que... a raros no nos gana nadie.
Versión de Master System. Imagen de retrogaminpower. |
Gráficos:
Teniendo en cuenta que estamos hablando de la versión de Master System, no podemos hacer otra cosa que quitarnos el sombrero y ovacionar a los desarrolladores. Wonder Boy es, en esta ocasión, casi un calco de la máquina recreativa (salvando las distancias, por supuesto), y pocas veces veréis en la época un esfuerzo tal para trasladar a los hogares un "port" semejante. Tenéis ejemplos como Outrun, otro que todavía tengo en el tintero que, aunque es muy meritorio y entretenido, si lo comparamos con el original Arcade sale perdiendo y por mucho.
Pero no es así en el caso de este Wonder Boy para SMS. Mientras la paleta de colores goza de gran vistosidad y aprovecha las características de la consola (aunque no las explota del todo), los sprites, sea lo que sea que se muestre en pantalla, están bien definidos, bien animados, y guardan una similitud con el original, me atrevería a decir, bastante apabullante. No le falta de nada, aunque los niveles pecan un tanto de ser repetitivos -limitándose a cambiar sólo el aspecto del jefe, algunas partes del decorado y enemigos, en al menos ocho niveles más los extras, pero desde la barra de vida superior hasta el patín o el hacha, las zonas de bonus y, también jefe enemigo, la mayoría es un 1:1 algo venido a menos de la versión recreativa.
Caratula de la versión que toca hoy. |
Sonido:
No voy a decir que tenga una banda sonora expléndida ni mucho menos, pero si por algo valoro a este juego es por llevar al cartucho de SEGA la misma música y efectos sonoros que gozamos en los salones. Obviamente, y teniendo los derechos sobre ésta, estaba claro que la Master System iba a disponer de las mismas piezas musicales. No así ocurrió con otras consolas y plataformas, quienes por su parte sonaban digamos... diferentes. Seguro que todavía muchos recordáis cómo sonaba la melodía principal y que empezaba en el bosque. No sé qué sucedía con la música de antes, o quizás porque éramos más jóvenes, que pasan los años y uno todavía puede tararearlas como si acabara de escucharlas. Clásica y genuina.
Jugabilidad:
Como buen plataformas de scroll lateral, Wonder Boy nos ofrece fases donde nosotros mismos seremos los que vayamos dando "cuerda" a la pantalla, aunque la cosa se complica bastante en cuanto nos hacemos con el clásico y ya característico monopatín. Esto se traduce en ocasiones donde acabaremos cayendo al vacío o quizás tocando algún elemento o enemigo, teniendo especial cuidado con la barra de vida (formada por una serie de rectángulos de colores que hará las veces de unidad de tiempo) y que debemos ir recuperando antes de que se consuma recogiendo todo tipo de frutas. También viviremos momentos en los que nos haremos invencibles pudiendo chocarnos con todo, pero lo que sí significará la verdadera diferencia entre terminar la partida o salvar a la chica, será el buen uso que hagamos de nuestra única arma ofensiva (un hacha) y nuestra habilidad para el salto con el personaje. Lo más complicado, y que a mi entender no está demasiado pulido, es el salto. Otro elemento a batir durante la partida.
*Apunta el señor Suso en su comentario (editado el 3 de enero de 2022) el hecho de que el "muñeco" después de saltar suele deslizarse un poco al terminar la animación y por lo tanto perdiendo pie. Y eso es verdad.
El clásico monopatín de Wonder Boy. Imagen de mobygames. |
Conclusión:
De los mejores juegos que tengo en Master System y, sobre todo, porque es capaz de trasladar a la sobremesa el mismo sabor del juego arcade original no sólo a nivel gráfico sino también jugable. En su momento fue un título que se me hizo prácticamente eterno (es bastante largo, sobre una hora y media jugando bien, con algo de suerte, y exigiendo mucha concentración), aunque hay un determinado tramo durante la partida que, si se supera, y salvo que estemos cansados o fallemos en un salto (saltar es lo peor de todo), podremos terminarlo sin mayores complicaciones. Un juego más que recomendable, que se le quiere, y con un sabor arcade muy genuino.
Lo mejor:
-Casi un calco del original (con esto se resumiría el resto de bondades).
-Más niveles extras y etapas que en la versión recreativa.
-Un juego largo para los cánones del momento. Una hora y media, más o menos, y Sonic dura una.
-Muy entretenido.
-El clásico monopatín.
Lo peor:
-Para algunos la carátula de la caja es de las más simples y feas de la historia de los videojuegos.
-Niveles algo repetitivos.
-El salto largo es bastante complicado y no serán pocas las veces que nos venda.
-Si eres feminazi te sangrarán los ojos al comprobar que un chico salva a una chica.
La familia al completo. Todos de segunda mano pero comprados en su momento. |
Curiosidades:
-Wonder Boy se dividió en dos vertientes según su desarrollo, y mientras Westone optó por el componente más "rolero", Hudson, que también tenía derechos sobre la franquicia, lo hizo pareciéndose más al juego original.
-De los juegos más versionados de la historia.
-En occidente a la versión de Mark III le quitaron el Super dejándolo sólo en Wonder Boy.
-Tectoy, como de costumbre, sacó una versión patria con personajes de la serie "Turma da Mónica".
Este pasado año me tiré las horas muertas jugando a la versión de Game Gear que, por lo que alcanzo a ver en las imágenes, debe ser un port directo de la de Master System.
ResponderEliminarMe encanta este juego, y aunque cuesta pillarle el truco al salto, una vez se lo has pillado no es excesivamente difícil. El problema más que el salto es que al caer el muñeco "patina". Una vez aprendes a contrarestar eso y a base de repetir niveles y aprediendo patrones, resulta sencillo pero adictivo.
En algún momento seguramente hable de él en el blog pues es uno de esos juegos que, además de levantar ampollas entre el nuevo orden feminista, me encantan por su sencillez y jugabilidad directa y sin complicaciones.
Por no hablar de la música que sin ser el gran qué, es pegadiza como pocas.
Bonita colección la que tienes, yo como te digo tengo únicamente el de Game Gear y además sin caja y sin nada, solo el cartucho suelto, pero para lo que me costó y la cantidad de horas de diversión que me ha proporcionado, no le puedo pedir más.
Es que es un gran juego. De hecho aproveché la última foto para darle un tiento y revisar su estado. Y sí, el salto es una de esas acciones tocapelotas que no te hacen tirar el mando al suelo de milagro. Me fastidiaba antes, y lo hace también ahora.
EliminarY oye, qué más da si está suelto o lo que sea. Si lo importante es jugarlo y disfrutarlo sin emular. Que no es lo mismo, aunque muchos se empeñen. Ni el tiempo de respuesta, ni el sonido, ni nada. Y sólo nosotros podremos hacerlo, porque en el futuro, todo será emulado.