Recordaréis, o puede que no, porque con la tontería ya han pasado cinco años desde entonces, la vez que dediqué una entrada en el blog a los conocidísimos Juegos Reunidos Geyper de los años sesenta, setenta y ochenta y, en concreto, a su manual.
Menuda jeta que gasta el puber. |
-Manual de los Juegos Reunidos Geyper , AQUÍ en la sección de Descargas.
Fue a raíz de esa entrada cuando redescubrí el que sería el clásico de las reuniones de mesa que tantos y tan buenos momentos me había dado de niño, recuperando parte de mis recuerdos y mis intenciones para hacerme con uno de aquellos juguetes que tuve y que en alguna etapa de mi vida perdí (a decir verdad, porque como muchas otras, todas ellas acabaron en la basura por obra y gracia graciosa de su majestad de su casa, mi madre).
Lo más cerca que había estado -muchísimos años despúes- de una caja de Juegos Reunidos y de poder llevármela a casa, fue visitando un mercadillo de muchos de los que suelen tener lugar en la zona del Empordá; la última vez apalabrando su compra con el vendedor y dejándolo zanjado para llevarme el artículo al día siguiente (era sábado casi al mediodía y ya se me habían acabado los dineros), cuando resulta que el Domingo por la mañana justo levantándome, se me vino un aguacero de esos que caen por el Mediterráneo y la Costa Brava, donde de ahogarse se ahogan hasta a las ranas, dejando que mi idea para acercarme y rematar como un auténtico maestro el proceso, se quedase en tan sólo una triste intención.
Desde aquel día, y con el chasco metido en el cuerpo como quien comete un pecado inconfesable, callé para siempre como un bellaco y no volví a buscar ni a nombrar nada parecido tal era mi vergüenza; también he de decir que con los precios que manejaban la cosa me echaba no un poquito sino bastante para atrás... Hasta hace unos días (también sábado, que parece ser el día que utilizo para sacar a pasear al cerebro) cuando por fin me he dado de bruces con uno prácticamente completo y en muy buen estado de conservación. Y no sólo eso sino que también a un precio atractivo y ridículo, mucho más barato que el que en su momento tenía pensado comprar. Si 15 euros os parece caro, os invito a que le echéis un vistazo a Google, y ya me diréis lo que os vais a encontrar. No digo que ese deba ser su precio, pero no son en absoluto baratos (al menos en el momento en que estoy escribiendo este texto). La mayoría de los que parecen estar más decentes pasan de los 60 euros y, muchos de ellos, traen no sólo la mitad de los juegos sino que también le faltan todavía más fichas. He llegado a ver subastas de salida, y estamos hablando de la versión de 25 juegos, que superan los 120 euros. Otra cosa es que los compren, que yo ni harto de vino, pero ahí los están.
No es el primero que me lo dice, pero mucha gente coincide en que tengo un especial don para hacerme con artículos decentes a precios incontestables. Yo lo llamo tener paciencia y el don de la oportunidad.
Versión de 50 con cambios en la disposición, colores y juegos. |
Juegos Reunidos Geyper, de las valencianas Industrias Geyper (1945-1986), fue durante varias décadas el protagonista indiscutible de las mesas de nuestros hogares y, en mi caso, la que compartí con mis tíos y abuelos cuando aún era crío. Partidas interminables (normalmente para descansar de las cartas y el cinquillo) que nos mantenían -sobre todo los viernes y cada fin de semana- dándole estopa en especial a la oca, las damas y el parchís. Recuerdo que como éramos de posibles (o eso parecía porque también fuimos los primeros de la zona en tener televisión) no sólo teníamos una caja sino dos, siendo estas las versiones de 45 y 55 (una de ellas, no recuerdo cuál, con el plástico interior de color verde e incluso un tapete) pero que con el paso del tiempo se fueron "desintegrando", que ya es difícil o más bien intencionado, hasta sobrevivir unas pocas piezas de las que hoy no quedan nada más que una ficha roja de las damas y varios dados del parchís. Cada vez que me ausentaba un tiempo por trabajo y tardaba meses o años en ir a casa de mis padres, mi colección de objetos y recuerdos de la época iban menguando drásticamente...
La de esta entrada es una versión de segunda generación (es un poco complicado hacerse a la idea de la cantidad de versiones que hay) y por el color del plástico, el frontal y el color del resto de la caja, yo calculo que su fecha de fabricación podría estar entre los dos últimos años de los años 70 y primeros 80. Además, ya como dato curioso, decir que aunque en teoría todas las cajas con la misma cantidad de juegos deberían de tener idéntico contenido, lo cierto es que no siempre era así cambiando ligeramente según el año de fabricación. Así, como ejemplo, y aunque las versiones de 45 como esta que nos ocupa deberían de tener todas la misma cantidad de juegos y colores, si buscáis algunas fotografías veréis que había cierto descontrol. Y os digo más: el juego de las letras (letras en rojo en un fondo blanco sobre cartón), presente en otras versiones con menos juegos, en esta no está o puede que haya desaparecido, aunque también no es para nada un problema ya que es tan simple como imprimir de nuevo las letras y pegarlas a un cartón.
El juego de las letras del que os hablo. Fácil de "copiar". |
Volviendo a esta y ya para finalizar este tocho, la que me ha llegado a casa está bastante bien conservada. Los tableros de juego (parchís, damas, la oca, etc), están todos sin usar y, salvo una ficha amarilla de una de las cajitas contenedoras y varias piezas cónicas (todas ellas del mismo juego), dos salientes de los cuatro que tiene la ruleta que están rotos y una peonza que hay que reparar además de los típicos rasguños visibles en la caja y las marcas propias del uso y por estar mucho tiempo guardada, el resto del conjunto está en perfectas e impecables condiciones. Además, también trae el sello de la línea de montaje original así como el manual de instrucciones.
Puedes ser más o menos sibarita e inconformista, pero en un producto con tantos años y uso encima, y que supuso la diferencia entre morirte de asco en casa un día de mucha lluvia o disfrutar de lo lindo, casi diría que es toda una suerte no encontrarlo mucho peor. Y ojo, que no tiene nada que ver con los últimos que salieron en los años noventa (que ya no eran de Geyper, pues la empresa había cerrado) y que algunos intentan venderlos como más antiguos para subirles el precio. Obviamente suelen estar en muchísimo mejor estado y podéis diferenciarlos por el color blanco de la caja. Son parecidos, pero ay amiguitos... no tienen la misma esencia y, por lo tanto, no son lo mismo.
Salud.
Joder, la historia con el señor del mercadillo me ha dolido incluso a mí XD como jode cuando a uno le pasan esas cosas.
ResponderEliminarYo no pillé la época de los Juegos Reunidos Geyper, pero mi padre me había hablado de ellos, y obviamente he jugado a muchos de los que van incluídos siendo la salvación, como bien dices, en aquellas tardes de lluvia en las que no sabías que hacer.
Me alegro que pese a las imperfecciones que comentas, hayas conseguido finalmente hacerte con uno en buen estado. Ahora y sabes lo que toca, liar a la gente para jugar XD
ya, y los precios de las cosas también han variado en los últimos años (la democratización de Internet ha hecho estragos). Yo encontré unas gangas ahí que ni de coña ahora mismo.
EliminarNo veas, si ya cuesta que se pongan a jugar a dobles ante una pantalla, ni te cuento juegos de mesa. El teléfono móvil es ahora la nueva caja tonta.
Gracias por pasarte, como siempre.