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30 de abril de 2021

En el Paquete: Tomb Raider Chronicles para Sony Playstation

Como algunos sabréis, la franquicia de Tomb Raider clásica es una de mis favoritas y a ella le debo mucho de mi afición y entusiasmo por los videojuegos en 3D. Todo empezó el día que descubrí su primera entrega a finales de los años noventa. Una versión comprimida -en formato zip- sin escenas de vídeo y pistas de audio, totalmente capada, pero que completaba añadiendo la banda sonora de Conan el bárbaro, convirtiendo así aquella experiencia en toda una flipada sin límites, desbordando como un río de lava mi febril imaginación. Sin duda alguna una forma de mejorar al 200% el juego original. 

Tomb Raider Chronicles para PSX. Salvo por el daño en la parte frontal de la caja, el resto está como nuevo.

De aquel tiempo todavía conservo mi viejo Pentium 166 mmx que, a pesar de sus achaques y algunos problemas típicos del hardware con mucha batalla, sigue siendo completamente funcional (os dejo por aquí un vídeo con él). Más tarde vendrían el resto de las entregas entre expansiones y sus secuelas, para mi gusto auténticas joyas; Unfinished Business, Tomb Raider 2, The Lost Artifact, Golden Mask, Tomb Raider 3, Last Revelation, Chronicles, Angel de la Oscuridad... Todas ellas jugadas y finalizadas en ese mismo ordenador. Por lo general una horita los sabados y domingos por la mañana, con lo cual se me hacían más largos y disfrutables, gozándolos durante meses. 

Años después, la verdad que no recuerdo hace cuántos, me hice con la primera versión de Sony Playstation en 32 bits. Únicamente por un pequeño capricho, lo reconozco, para después acabar consiguiendo el segundo Tomb Raider tirado de precio (rebuscando en una tienda inglesa), preguntándome todavía por qué había tirado el dinero si ya los había jugado en PC. Para más inri, no tenía ni la más remota intención de completar la colección.

Sin embargo, y para que veáis cómo son las cosas y cuánto me encanta la saga, era ponerme a buscar otra cosa y, de repente como de la nada, aparecía cualquiera de sus portadas llamándome poderosamente la atención. Y fue así que sin planteármelo, que poco a poco me hice con toda la colección. Y os prometo que pocas veces, por no decir ninguna, repito títulos en diferentes plataformas. Tomb Raider, Doom, y puede que otra franquicia, son las únicas capaces de conseguir lo que otras no pueden.

Por fin, completa. Saga Tomb Raider de la primera PSX.

La quinta y última entrega protagonizada por la exuberante arqueóloga es para muchos el título más corto y aburrido (idea que no comparto al menos en lo relativo a su capacidad para entretenernos) de todos los creados hasta la fecha. Un título un tanto sobredimensionado hoy día, en parte por culpa de su elevado precio y la especulación; tanto en tiendas digitales como círculos de segunda mano y particulares, salvo que uno tenga paciencia y pocos remilgos con el producto a conseguir. 

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Hoy, en el paquete, sección que dedico a todo aquello que ocupa mi estantería sin ser necesariamente un análisis (me gusta aclararlo porque la gente suele entrar esperando ver uno), Tomb Raider Chronicles (Core Design, 2000). Por el momento mi último "autorregalo" de cumpleaños... Bueno, uno de ellos... :D

Dividido en cuatro aventuras o "historias" de las que van dando cuenta algunos de los personajes que en algún momento de su vida tuvieron algo que ver con Lara Croft (a quien dan por muerta tras los acontecimientos vividos en Tomb Raider: The Last Revelation), nos encontramos otra vez con un juego de similares características a los anteriores. Esto es: mismo motor gráfico con algunas mejoras, nuevos movimientos y nuevas localizaciones con las típicas dosis de plataformeo y acción (según la entrega más o menos de uno o de otro) con las que nos regalaba la franquicia en la que considero fue su mejor época. Para mí, y he de reconocer que por entonces se me hizo muy corto en su versión de PC y me daba muchísima pena llegar al final de la franquicia, me daba igual si el juego era más o menos repetitivo como se decía, o si en realidad parecía una expansión de TRLR, porque lo que yo quería era jugar y disfrutar de las aventuras de Lara, dándome igual si la saga estaba de capa caída y se pedía a gritos una revisión. Sí, yo también hice mapas para Tomb Raider, pues no quería que se acabara.

El producto con el que me he gastado los dineros está prácticamente nuevo salvo por un pequeño detalle visible desde el primer momento en la caja (una raja perceptible pero no importante bajo mi punto de vista). Algo que no me preocupa, y eso es lo que me ha llevado a conseguirlo por muy buen precio, pues lo importante para mi criterio es el formato físico con el que voy a jugar. Es decir, el CD. Sin ninguna marca, lo cual resulta increíble en un juego de más de 20 años. 

Ahora sólo queda disfrutarlo, y de verdad que tengo que rejugarlo para volver a analizarlo, pero por el momento va a lucir como nunca en mi colección. Ahora sí, como ya he dicho, completa. 

5 mozas clásicas para una gran franquicia. Tomb Raider de Playstation.

TRLR

25 de abril de 2021

Opinión: Sony, servicios online que se mueren, el formato digital y las orejas del lobo que nadie quiere ver

Con Sony anunciando la muerte del servicio online de sus consolas más veteranas: PsP, PsVita y Playstation 3, y reculando días después ante las protestas de los usuarios (en apariencia preocupańdose por los deseos del populacho), se demuestra, una vez más, lo fácil que se nos complace y la capacidad de los japoneses para hacer con nuestro dinero y tiempo de ocio todo aquello que quieran y... más. 

Y es que por mucho que haya enseñado los dientes o le hayamos visto las orejas al lobo, éste continúa alimentándose en un proceso nefasto e imparable que, mucho me temo, en el futuro empeorará. El monstruo es insaciable, ha crecido, y cuanto más grande, peor. 

Si es verdad que fueron ellos quienes lo crearon, pero nosotros le dimos forma y a sus anchas lo dejamos campar. Estabais avisados y, siento decirlo, os dio igual. 

Usuario realizando una descarga digital. Buscaba una oveja, pero no pasó de perro...

-Cuando uno come excrementos y se cree que es caviar. 

Habiendo pagado por algo efímero y dependiente de una serie de decisiones empresariales con caducidad en un tiempo más bien breve, no es muy difícil observar cuánto ha cambiado la industria y se ha deteriorado en poco menos de dos décadas. Sí, disfrutamos de una calidad envidiable y mundos cada vez más vivos y realistas, personajes más trabajados, pero sin embargo hemos perdido en todo lo demás. Parece mentira, e incluso cuesta ya recordarlo, pero antes cuando uno compraba algo (un juego o lo que fuera) era para siempre y hasta que dejara de funcionar. Hoy, mal que nos pese a todos y pese a que presumimos que esa compra es nuestra, en realidad es un alquiler. Pero es más asombroso todavía que haya gente que defienda que empresas como Sony e incluso Nintendo (no hace mucho tiempo también cerró los servidores de Wii), utilicen de manera unilateral esta forma de negociación. A menudo con clausulas y contratos o sus actualizaciones, en las que a todas luces somos los usuarios los que salimos perdiendo y de no aceptarlo perdemos toda nuestra colección. Nos han metido poco a poco el veneno en pequeñas dosis con nuestro beneplácito (yo tardé 5 años en hacer mi primera cuenta de Steam y estaba visto como un perdedor). Creemos estar inmunizados, pero no es verdad. De hecho, existe una nueva corriente, a mi modo de ver absurda puesto que no dejan de ser propietarios de humo, en la que se le da la misma importancia a una biblioteca virtual que a la de las estanterías de toda la vida. Tres mil, seis mil... no sé ahora mismo dónde está el récord de juegos en alguna de las cuentas existentes de Steam. Creen que es suyo, que es para siempre, pero como estáis viendo no es así. Juegan, son poseedores de tales cifras, sólo mientras lo diga la propietaria de la plataforma.

 

mmmmmm...¡Mierda!

-La nube y los nubarrones.

Entre parches, actualizaciones, y juegos únicamente digitales que con el cierre desaparecen para siempre, el futuro de la preservación de videojuegos y nuestro disfrute se presenta muy negro. La mayoría, sobre todo en el caso de Ps3, que es en definitiva de Sony de quien estamos hablando, necesitan de actualizaciones con las que poder funcionar correctamente. Es verdad que por el momento, y más habiéndose retractado, los usuarios que ya tenían los juegos en su biblioteca podían descargarlos, pero... esto es sólo una muerte anunciada... cualquiera sabe que en el plazo de unos años eso ya no será posible. Sin contar todos aquellos que en unos años quieran acercarse para disfrutar de cualquiera de las tres consolas y a sabiendas de que serán unos tristes pisapapeles. Un recuerdo funesto de un mundo que empezaba a encaminarse a la era digital. No podrán acceder a todo su catálogo y, ni siquiera de tener una copia en físico, la podrán actualizar. No me vale aquello de meter todos los parches o juegos exclusivamente digitales en un disco duro. Un proceso caro y engorroso del que más de un usuario se ha llegado a quejar.

Microsoft siempre ha optado por la retrocompatibilidad en sus productos.

- ¿Y qué pasa con la competencia?

Dice un buen amigo mío que no volverá a confiar en Sony mientras a su vez se pasa a la competencia con Xbox One. Y no es para menos si pensamos en cualesquiera de las consolas de Microsoft. La compañía norteamericana ha demostrado con el tiempo cuidar bastante más de sus usuarios y potenciales clientes, con un servicio ininterrumpido y cruzado entre sistemas del que se destaca aún más la retrocompatibilidad. Y aunque es verdad que esto se ha mantenido desde la primera Xbox (aunque no el 100% de los títulos), tal y como están cambiando los tiempos yo tampoco me fiaría demasiado. Pero lo que sí está claro es que, por el momento, son muchos los que en sólo una semana se han pasado al otro bando para no mirar hacia atrás.

Microsoft 1 - Sony 0. Sin más.

-Posiblemente una estrategia.

Como decía, Sony parece haber reculado en sus intenciones, aunque sólo sea como parte de una estrategia. Es más, con la "tontería" y ante la protesta masiva desde las redes "intelectuales" (ironía al 100%), Sony ha acabado en todos los medios y corrillos de la industria, sabiendo que ésto daría que hablar. Además -atentos, porque esto es muy cachondo- dando la sensación de que en realidad se preocupa por la masa y sus usuarios; algo tristemente habitual ya en los japoneses, pues no es la primera vez ni la última que sueltan rumores y luego se retractan para que lo que en un principio es un clamor de protestas acaba prácticamente en aplausos. Esto es como el fútbol. Si marcas, la gloria, si fallas, entonces eres un auténtico canalla. Pan y circo, nada nuevo, pues ya lo hacían los romanos sabedores de la fragilidad de los principios de la gente. Eso sí, pobre del iluso que se crea que este cambio de idea será para siempre. No, hijo, no (recordando a Ozores), sabiendo que le pueden colar a los compradores el mismo título en futuras reediciones, esta "solución" sólo va a ser temporal.

Sony dirigiendo su orquesta y nosotros al ritmo de su batuta.

-Más sabe el Diablo por viejo que...

Sinceramente, y si es que habéis llegado hasta aquí, no es que quiera dar lecciones a nadie y mucho menos a los intelectuales de las redes sociales (nótese la ironía), pero me resulta tremendamente curioso a la par que horrible, cómo a medida que me van pasando los años (cumpliendo ayer mismo) compruebo cómo se van sucediendo la práctica totalidad de mis vaticinios y pensamientos más pesimistas. No sólo en el ámbito de los videojuegos, sino también en el resto de sectores independientemente de su importancia en lo que podría llamarse como cultura, pasando de ser dueños absolutos de nuestro tiempo a sólo tener su permiso y con limitaciones. Sé que es difícil que uno lo entienda (sobre todo si usa como único argumento que el formato físico ocupa espacio o se deteriora, o simplemente lleva en este mundo un cuarto de vida de la mía), y a no ser que haya abierto los ojos o use un poco la imaginación, sólo así podrá compartir mi inquietud. Todo ha cambiado y la mayoría de las cosas para peor. Porque si por algo sabe el Diablo es por viejo y no precisamente por Diablo, y tened en cuenta que yo ya estuve allí; cuando las primeras consolas, cuando los primeros recreativos, cuando los que jugábamos a videojuegos estábamos mal vistos. Haber crecido durante los años 70, 80 o 90 experimentando los cambios, asimilándolos y masticándolos sin demasiada prisa y con total libertad, éso, amigos míos, nos da a los más veteranos un poder de visión y capacidad para entender ciertas cosas, que hoy mismo exige un gran esfuerzo que muy pocos están dispuestos a sobrellevar. 

No es lo mismo que te lo hayan contado que haberlo vivido, y son las nuevas generaciones las que creen que lo que está ocurriendo es normal. Y no es así. No es normal. Nunca ha sido así. No saben lo que supone que ese cartucho siga funcionando hasta el final de sus días sin la necesidad de terceros 30 o 40 años después. Eso es, chavales... libertad.

Usuario típico de los formatos digitales tras el empacho.

*Os dejo aquí un enlace para que podáis seguir echando espuma por la boca respecto al formato digital. La entrada, más que recomendada sobre todo si deseas abrir un poco la mente y saber a qué nos enfrentamos, es obra de Suso, su creador. Vale mucho (muchísimo) la pena. 

Jugando de Alquiler - Aquí.


*ya veré si actualizo la entrada o rajo otro poco en una nueva, pero esto es lo que hay.