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23 de septiembre de 2020

¿Existió un Alex Kidd in Miracle World para Arcade? - Respuesta corta: SÍ

Y digo sí, porque lo vi. Es más: lo jugué. Con estos ojitos y estas manitas que Dios me ha dado. Un Alex Kidd in Miracle World en toda regla, en su versión europea con hamburguesa y orejotas incluidas; idéntico al que corría (y que todavía corre) por nuestras viejas consolas de SEGA Master System en su día. Sí, amiguitos del retro. El pequeño Alex también disfrutó de su versión homónima en máquinas Arcade.

Lo tenía absolutamente todo.
Sin embargo, y sé que más de uno se llevará una gran decepción al sentirse atraído por el titular de esta entrada, y puesto que era una rareza entonces y lo sigue siendo ahora, por mucho que lo he intentado -y lo he intentado de verdad- no he conseguido nada de información al respecto que corrobore mi afirmación. Sirva entonces únicamente mi palabra, que os aseguro que es válida, porque ni una imagen, absolutamente nada, nada salvo un comentario perdido en un foro de hace ya bastantes años (de un chaval además, al que nadie creía e incluso tildaban de loco), y que es en definitiva lo que de verdad me ha movido a hacer esta entrada. Cómo mínimo para defender anónimamente su postura y por si, quién sabe si con algo de suerte, algún visitante que caiga de casualidad por estos lares pueda aportar más datos al haberse encontrado con la susodicha. De ser así estaría más que agradecido.

Pero sí, Alex Kidd in Miracle World (análisis en el enlace) dispuso de su propia máquina recreativa. Y no hablo de "The Lost Stars".

Fue hace muchos años, cuando todavía me hallaba en la flor de la vida, allá por el año 1993 o 94 en la provincia de Jaén y más concreto en la pequeña ciudad de Bailén, al amparo de una copa de vino, el calor veraniego y bajo una noche estrellada...

Creo recordar que era la versión de la hamburguesa, aunque ya han pasado casi 30 años y a saber.

*Sicilia, año... 

A decir verdad, no recuerdo el nombre del local ni su situación exacta... Ha pasado mucho tiempo desde entonces y uno ya va teniendo una edad complicada para recordar tantas vivencias... aunque de lo que sí me acuerdo es del claro carácter veraniego que éste tenía: un gran portal, casi como el de acceso a cualquier vivienda con garaje, unas escaleras que descendían dentro de la misma finca, y una especie de patio interno con algunas mesas y una pequeña "tarima" construida en cemento y sobre la que se situaba -al fondo a la izquierda según uno entraba-  la máquina. En aquel tiempo ya los locales padecían de ciertas restricciones y una de ellas era cerrar el chiringuito no más allá de las dos de la madrugada. 

Y pese a las normas, en aquella ocasión hicieron una excepción.

Aún con la noche, el calor era bastante sofocante, y recuerdo especialmente que ocurrió en verano (aproximadamente entre finales de julio y principios de agosto) porque por esa época las calles ardían tanto a la sombra como a pleno sol. De hecho el día anterior casi me quemo la lengua al intentar beber de una de las pocas fuentes públicas que pude encontrar, descubriendo además que al ser una zona con bastantes restricciones de agua (algo que en la zona norte no sucedía en aquellos años), fue allí donde por primera vez vi pulsadores en el suelo con el fin de no malgastar el agua. Donde me crié, el agua de las fuentes corría sin reparo alguno hasta hace sólo poco más de una década. Aquello era algo nuevo para mí.

Para casi todo el mundo el único arcade de Alex Kidd fue The Lost Stars.
Como decía, hicieron una excepción, abrieron la barra, despacharon bebidas, e incluso nos pusieron música para amenizar. Aunque a mí me daba realmente igual... lo importante es que nada más entrar le eché el ojo a la máquina, que todavía estaba apagada.

Os juro que no tenía ni idea de lo que iba a ver...


Imaginad mi cara de sorpresa en cuanto la imagen en pantalla tomó forma. I-N-C-R-E-I-B-L-E. Alex Kidd, que sólo unos años antes había conocido y disfrutado como un auténtico enano en mi todavía flamante consola de SEGA, estaba allí. No me lo podía creer. Sí, me extrañó muchísimo y tuve que pestañear más de una vez para acabar de convencerme. No sabía si estaba más conmocionado por la mera coincidencia o porque era la primera vez que veía aquella joya más allá de la televisión del salón de mi casa. 

Ni corto ni perezoso, y sin pensarlo realmente, saqué la típica moneda de cinco duros y en pesetas, y me dispuse a echarme una partida como Dios manda. Emocionado, y contándole a todos los que me rodeaban las excelencias y virtudes de aquel juego tan singular. Os parecerá raro, pero en aquel año y de los chavales que estaban conmigo... ninguno lo conocía.
Ya me veía echándome una hora larga y con mucha calma jugando al mítico título mientras atravesaba todas las fases como un verdadero profesional... Sin embargo... y apenas pude pasar de la fase del bosque; donde al final te espera un oso con una espada, allí me quedé. Acostumbrado como estaba al mando de la vieja Master System, jugar a un juego de plataformas como Alex Kidd con una palanca o joystick típica de una máquina recreativa, se me hacía no sólo extraño sino bastante difícil y poco intuitivo. Lo que en casa se transformaba en absoluta precisión (el juego era perfecto para el mando de la MS) allí se convertía en torpeza y lentitud. Era el mismo juego, y creo recordar que sólo cambiaba algún aspecto en la pantalla de inicio, pero jugablemente estaba algo alejado del juego original. 

Si fue antes o después cuando salió la versión de recreativa, el huevo o la gallina, no lo sé. Pero fue breve, intenso, y puedo estar orgulloso de haber sido de los pocos (al menos siendo consciente de lo que tenía en pantalla) que han disfrutado del otrora emblema de SEGA en un sistema tan diferente al doméstico como un mueble Arcade.

Perplejo como la señora Tijeras me quedé. Sí, era una moza.

Queda dicho. Así que si os preguntan, decid que sí.

Nota: cualquier dato sobre esta máquina, imagen o lo que sea... será bienvenido.

*Actualización de 29 de enero de 2021: un visitante anónimo añade en los comentarios que recuerda haber visto esta recreativa y que el juego tenía una cuenta regresiva. Ese detalle yo no lo recuerdo, pero agradezco enormemente su aportación. Gracias :)


*Así empezaba cada una de sus historias la más veterana de "Las Chicas de Oro". Lo sé, soy MUY mayor...

11 de septiembre de 2020

En el paquete: Doblete de Hang On y Champions of Europe (Master System)

Nunca me cansaré de repetirlo, pero las de "En el paquete' son, de todas las entradas que subo en el blog, las que más apelan a mi nostalgia y sentimientos. Por lo que supusieron en su tiempo y porque también fue una época que jamás volverá. 

Pero más aún cuando, como hoy, hay doblete...

Doblete... de testosterona y goma quemada... (imagen de plusmoto)

Por regla general son entradas directas y breves que suelo usar a modo de recordatorio (uno ya va teniendo una edad y la mente divaga en el tiempo...) y ya si de paso os alegro la vista mostrando mis nuevas adquisiciones y pertenencias... pues mucho mejor.

Sé que llevo varias semanas abusando de la sección y que últimamente no varío demasiado, pero no podía dejar pasar por alto el hecho de que, desde hoy -en el caso del juego de motociclismo dos o tres días más- sean éstos los nuevos títulos que pasan a formar parte de mi estantería y pequeña colección de master system; consola que, como sabréis los habituales del blog y del canal en youtube, es a la que más cariño y aprecio profeso y sin duda mi consola favorita de 8 bits.

Champions of Europe y Hang On.

Por una parte tenemos el fantástico Hang On (título basado en la homónima de recreativa que ya analicé aquí el año pasado) que, aunque ya lo tengo en la memoria de otra de mis consolas junto a Safari Hunt, queria conservar en formato físico. Muy recomendable, desafiante y entretenido a pesar de lo que algunos podáis pensar. Además es uno de los imprescindibles en el catálogo de la consola.

Por la otra, y no menos importante, Champions of Europe, el único videojuego de fútbol con licencia oficial de la UEFA basado en la Eurocopa de 1992. Otro título que ya disfruté cuando era un chaval (aunque cuando me lo dejaron apenas daba pie con bola, nunca mejor dicho, para manejarlo como debería). Es un título considerado como "de los más malos de la consola" debido a su jugabilidad casi imposible, pero si se le dedica un tiempo y además se juega a dobles, puede llegar a ser bastante divertido. 

Ambos juegos con caja, aunque en el caso de Hang On sin manual (no es algo que me preocupe demasiado cuando se puede imprimir uno nuevo; lo importante es que el juego funcione y además con el manual otros vendedores subían a casi el doble su precio y yo no pago a especuladores). Y vaya si funcionan. Aproveché para poner en funcionamiento mi primera Master System y los dos juegos entraron en la ranura con facilidad. El de fútbol, que es el que me esperaba más decepcionante por mis vagos recuerdos, no sé si por experiencia o a saber qué, me ha permitido disfrutar de un partido consiguiendo mantener el balón en los pies. Así que... de diez. Es un verdadero placer poder recuperar entre mis manos aquellos videojuegos que una vez tuve o que siempre quise tener. 

Nada que ver con la emulación...

Pero ya hablaremos más de ellos cuando les toque. Por el momento... Bienvenidos a la familia y a sumar.


Champions of Europe está completo (con manual).