Xogo - Retro: Análisis Hang On (SEGA Master System)

'Velocidades fabulosas, curvas cerradas, y competición de clase mundial hacen del Hang On Sega ¡el juego de motociclismo más excitante del momento! ¡Móntese en su supermotocicleta y pruebe su pericia en competencia con los mejores corredores de de la tierra! ¿Cree que podrá adelantarlos a todos antes de la línea de meta? ¡Pruébelo! '

El famoso "jamón" de Master System

La "flipada" que acabáis de leer, no es otra que la que reza en la caja de Hang On para Sega Master System. Un título del año 1985 que, si bien es uno de los títulos más emblemáticos del género del motociclismo en 8 bits -e icono de la consola- se queda no obstante a medio gas en algunos aspectos, por debajo de la versión recreativa e incluso de su hermana mayor, Mega Drive. Aunque se le ha de reconocer cierto mérito; por ser no sólo una versión visualmente atractiva sino también entretenida y muy accesible en cuanto a su jugabilidad. Un videojuego muy disfrutable emulado o en formato cartucho, y en la actualidad todo un clásico de la compañía nipona. 

Y es que, en el sentido de la palabra más generalista (y sin ahondar demasiado en sus capacidades técnicas y jugables), este Hang On es en realidad un buen videojuego que cumple totalmente con las expectativas siempre y cuando no tenga lugar la comparación. Buena sensación de velocidad, dificultad creciente, y cierto reto a la hora de acabar el total de sus ocho campeonatos o niveles de dificultad. Como pega, o gran defecto, se le puede atribuir el no disponer de más variedad de circuitos, corredores en pantalla (también más variados) y, en general, carecer de una mejor inteligencia artificial y algún tipo de banda sonora que le suba enteros en su acabado final y rejugabilidad. 

Portada de la caja. Retrosales

Volviendo a sus virtudes, puede que gran parte de culpa la tenga el hecho de que el original de recreativa fuera en su día una de las joyas desarrolladas por el señor Yu Suzuki: padre de Outrun, Space Harrier y hasta el mismísimo Shenmue, entre otros... dando lugar a una versión de 8 bits que, a pesar de no explotar todo el hardware de la Master System y las evidentes diferencias técnicas, consigue de todos modos mantenernos pegados al televisor. 

Hasta cuatro circuitos que disfrutaremos en un total de 8 ocasiones o campeonatos (siempre aumentando la dificultad) y que deberemos terminar en menos de un minuto como media, y a los que se sumarán una serie de corredores cuyo único trámite es entorpecer nuestro camino, aunque sea sólo por el simple hecho de estar ahí. 

Sencillo, sí, pero cumple con su cometido que es la diversión. Imagen de alvanista.com

El manejo de este título es harto sencillo y no hace alarde de demasiados halagos. Mientras con un botón aceleramos hasta un tope de 295 kilómetros por hora, con el otro frenamos, aunque se recomienda más soltar el acelerador y "jugar" junto a las tres marchas de las que disponemos, evitando así chocar contra otros obstáculos, participantes, o simplemente salirnos de la carretera. El tiempo está bastante ajustado, y más de una caída nos puede llevar a no concluir los 4 circuitos y así pasar al siguiente nivel de dificultad. 

También salió en formato tarjeta. Retrogamingstore

Conclusión: 

Hang On para Master System es un juego bastante entretenido que nos pondrá en más de un aprieto gracias a sus tiempos más que ajustados, muy al estilo de Outrun. Se echa en falta una banda sonora que amenice cada carrera y más variedad tanto en circuitos como corredores, y sin embargo es perfecto para esos minutos de ocio o, en más de una ocasión en mi caso, para echarle un vistazo emulado durante los momentos de vigilia nocturna en mi pórtatil Psp. Como curiosidad, deciros que el juego venía en memoria en algunas Master System 1, junto a Safari Hunt. 

Lo mejor:

-Entretenido.

-Colorido.

-Buen sabor arcade.

-Derrape en las curvas.

-8 campeonatos o niveles de dificultad, que se reinician al llegar a su total.

Lo peor:

-Pocos circuitos.

-Ausencia de banda sonora.

-Poco rejugable a la larga, pero sin embargo muy apetecible para hacerlo tras pasar un tiempo.