La vuelta -hace ahora ocho años, por el ya lejano 12 de octubre de 2010- de una de las sagas más recordadas de la historia de los shooters de corte bélico, llegó entonces a nuestros sistemas con cierto sabor agridulce para decepción de los aficionados que esperaban de ésta muchísimo más. Pocas virtudes y otros tantos defectos, entre ellos una campaña excesivamente corta y el situarse históricamente en otro contexto, fueron sin duda inconvenientes de sobra con los que tuvo que lidiar el título de la todopoderosa Electronic Arts que terminé justo ayer y que coincide -otra vez- con apenas unos días de diferencia con el de su publicación .
La Campaña
Ambientada en hechos reales, y en concreto en el Afganistán de 2002 como parte de la
Operación Anaconda, por la que en conjunción con fuerzas afganas el ejército de los EE.UU intentó derrotar a Al Qaeda en su propio terreno,
Medal of Honor nos vuelve a poner en la piel de diferentes soldados americanos en una historia de valentía y sufrimiento, compañerismo y amistad. Cu
estiones todas ellas asumibles y con el transfondo de una guerra todavía reciente, pero que a pesar de disponer de todos los medios por algún extraño motivo no se ha explotado como debiera de ser en una franquicia con tanto potencial. Desde los díálogos hasta las distintas situaciones y localizaciones, rozando un acabado en ocasiones notable, pero que de alguna manera da la sensación de que se han comedido en exceso a la hora de apretar el acelerador.
Y el problema es también su duración;
6 horas y media en mi caso jugando en el modo de dificultad más alto, dejándome un tanto indispuesto al estar disfrutándolo de verdad. Apenas acababa de sentarme en la silla y para cuando quise darme cuenta ya estaba viendo los créditos, finalizando para mi gusto cuando empezaba quizás lo mejor. Para mi gusto y en general un paseo, perdonando en demasía las ocasiones en las que nuestra falta de iniciativa y relativa torpeza nos habrían obligado a cargar la partida desde el último punto de control. No en pocas ocasiones nos daremos un respiro en mitad de una refriega, delegando el problema -y al contrario que en el ya aquí analizado
Daikatana- en nuestros compañeros incapaces de morir y su inteligencia artificial.
Gráficos
A nivel gráfico MoH cumple para los cánones de su momento (personalmente yo me siento mucho más abrumado por títulos menos recientes, puesto que suelo jugar a éstos cuando ya han pasado bastantes años y ya están más que superados en el subconsciente jugón, pero lo que nos encontraremos es algo con un acabado bastante encomiable tanto a nivel de efectos especiales, diseño y tamaño de escenarios, personajes y, sobre todo, ambientación; clave además, totalmente indispensable para este tipo de títulos, haciendo que nos lo pasemos en grande, aunque se acusa demasiado que el juego resulte insultantemente pasillero y lineal (aunque en general suele disimularlo). Pocas veces podremos avanzar desde otro punto ofreciendo apoyo y cobertura, o aportando variedad en el modo de afrontar cada una de las misiones. De nuevo aquí, volvemos a percibir ese afán por pisar el freno y no soltar el acelerador. No entiendo realmente cómo, a pesar de contar con varios estudios dedicados a diferentes apartados dentro del mismo juego, no han sabido o querido explotar al máximo toda la tecnología de su tiempo y que brinda el motor Unreal Engine 3 y la licencia adquirida gracias a Frostbite. En muy pocas ocasiones los distintos elementos del nivel serán susceptibles de poder ser destruidos o modificados mediante nuestras acciones o las de los compañeros manejados por la IA y enemigos, al menos hasta que la historia así lo decide mediante script.
Sonido
Y para el apartado sonoro, qué menos que darle la nota que se merece. Ninguna queja en este aspecto. Piezas musicales, todas ellas instrumentales a excepción de la que corre a cargo de Linkin Park en los créditos, rozando la excelencia en el caso del doblaje tanto en inglés como en español (con voces bastante conocidas si somos seguidores sobre todo de series de la televisión) dejando para el resto de enemigos las propias voces de la zona en la que nos encontramos. El resto de efectos, sonidos de vehículos, explosiones y armas, gozan de un acabado muy fiel y realista (potente en algunos casos), tal y como nos suele tener acostumbrados EA en este tipo de títulos.
Sorprende también la gran cantidad de gente implicada en el proyecto, y a la altura de una película, destacándose la presencia de Steven Spielberg en el reparto final. A veces no somos conscientes de todas las personas que hay detrás cuando soltamos la cartera, pero esto es lo que hay y máxime en una superproducción tal.
La jugabilidad, y con permiso de la bilis de los que hace 8 años quedaron profundamente decepcionados por el título, es extremadamente fluida, y aunque pertenezca al apartado técnico, es magnífico comprobar lo bien que se mueve el juego incluso en un equipo modesto. Culpa de ello la tiene el motor Unreal, resintiéndose un poco en este caso en cuanto el mapa se llena de demasiados enemigos, disparos y explosiones, aunque eso y como es obvio no sucederá si jugamos con un equipo algo más elevado que el mínimo; en este caso un Dual Core, que es el equipo del que dispongo ahora y un tanto inferior que el que hasta hace más de dos años era habitual.
Las armas, y como no podía ser de otro modo, disfrutan de especial protagonismo. Reales como la vida misma y cada una con nombres y apellidos según la facción, ya bien en el bando americano o también en el afgano o talibán. En el caso de los primeros contamos con todo un amplio arsenal, aunque fieles al realismo que precede a la franquicia no llevaremos encima más de una pistola reglamentaria, un máximo de granadas y dos armas más. Y, por supuesto, con sonidos lo más fieles posibles a la realidad. También podremos recoger munición de aquellos enemigos caídos, o en su defecto pedírsela a un compañero, quien convenientemente nos ofrecerá un cartucho siempre -avisándonos de viva voz en todo caso- y cuando el arma que portemos forme parte de nuestro equipo reglamentario como soldado americano.
No faltan tampoco en esta entrega la utilización de diferentes vehículos como un Jeep, un quad, e incluso todo un Apache, dotando al título de gran espectacularidad y variedad. En este caso también, y por desgracia, nos veremos relegados a un camino preestablecido, aunque esto se supone que para evitar demasiadas salidas del guión.
Cabe destacar, aunque esto pertenece más al primer apartado donde hablaba de la campaña, el hecho de que el juego nos transporta a situaciones reales y acaecidas históricamente tanto en lugares como personajes, cruzando diversas historias (jugamos como diferentes personajes en un mismo espacio temporal) para llegar a una conclusión final.
Conclusión
La verdad que el juego lo he disfrutado bastante y lo recomiendo, sorprendiéndome en ocasiones por su buen acabado y nivel de acción. El juego bebe, y hasta podría decirse que copia descaradamente (aunque no lo he mencionado) de la saga moderna de Call of Duty: Modern Warfare. Es un quiero y no puedo, o más bien que no les ha dado la gana, en el aspecto de que el juego corre durante las escasas horas de campaña como si no quisiera soltarse y dando de lado gran parte de su potencial. Tiene momentos espectaculares y dignos de una buena película, y sin que sean malos luego tiene otros que se quedan a medio gas. En el modo difícil es todavía un paseo, complicándose la cosa en alguna que otra ocasión. Además nuestros compañeros suelen eliminar todo lo que se ponga delante (y nunca mueren), limitándonos a veces en dejar que suceda la acción o tomar diversos puntos de control para avanzar.
Existen también otros pormenores y virtudes, y que paso a nombrar a continuación en el ya habitual apartado de lo mejor y lo peor.
Lo mejor:
- Gráficos de 2010 bastante decentes.
- Acción a raudales.
- Basado en localizaciones y hechos reales.
- Un buen guión.
- Magnífico doblaje.
- Personajes con relativa presencia.
- Uso de vehículos.
- Buena ambientación.
- Armas realistas.
- Se ha contado para la realización de este juego con diferentes asociaciones.
- Muy buen multijugador.
Lo peor:
- Campaña muy corta.
- Dificultad bastante ligera.
- Enemigos que se ponen a tiro.
- Desarrollo lineal.
- Podría haber dado mucho más de sí.
Nota para el modo multijugador: aquí he analizado el modo para un jugador puesto que todavía no he probado la otra opción y que se dice y se comenta que es harina de otro costal, ,llegando a estar desarrollado por otro equipo y usando otro motor como el Frostbite. En breve revisaré este análisis incluyendo este modo.