Originalmente lanzado para salones recreativos, el presente título fue uno de tantos de los que, a finales de los ochenta, llegaron con el fin de sorprender y a la vez entretener al cada vez menos inexperto jugador. Demonios, orcos, espadas, escenarios imposibles y también mucha magia; gran parte de los títulos que vieron la luz en aquel tiempo buscaban la más pura fantasía como excusa para enfrentarnos a oleadas de enemigos a la vez que machacábamos los botones en la piel de un avezado y curtido luchador.
Be barbarian, my friend.
Ya bien como bárbaro o amazona, como enano o malogrado caballero, la japonesa Capcom, entre otras muchas como en parte lo fueron Sega y Taito, sería la que más admiración por entonces entre los jugones despertaría (todo lo contrario que en los tiempos que corren gracias a sus políticas) y que le ayudaría en gran medida para hacerse un nombre y desmarcarse del resto. Hablamos de títulos como Golden Axe, de clásicos como Rastan, de sagas que todavía a día de hoy perduran en las mentes viejunas como el difícil y complicado Ghouls 'n Ghosts. Y entre ellos:
Black Tiger
Tras su salida en las máquinas arcade en el año 1987, Black Tiger (Black Dragon en Japón) acabaría gozando de versiones dispares en otros sistemas como Spectrum, Amiga 500, Amstrad Cpc o Commodore 64 (os dejo unas imágenes comparativas al final de la entrada), surgiendo éste último tres largos años de espera después (1990). Sin embargo sería la de monedas y no otra, la que despertaría las inquietudes de los jóvenes aficionados y que provocaría colas y corrillos a su alrededor. Hasta tal punto, que en el mismo año de su salida y gracias a sus innegables y peculiares características, que el juego acabaría por convertirse en uno de los títulos más jugados y considerados tanto por los propios usuarios como por los expertos en materia de opinión.
Capcom, tú antes molabas...
Cuerpo para para mantenerse en lo alto tenía y tiene de sobra como clásico que se precie. Un bárbaro personaje armado a la usanza de la Edad Media y con posibilidades de mejora, enemigos implacables, una dificultad muy ajustada, y con toda una ristra de opciones jugables y novedosas que muy pocos juegos en los salones de aquella época podían ofrecer. Personalmente me gusta denominarlo como el preludio de todo lo bueno que tiene la serie Ghouls 'n Ghosts, aunque en el caso de este Black Tiger con mucha más mala leche de cara al jugador por su a veces desquiciante dificultad. Incluso nuestro personaje aguantará algunos golpes hasta ser desarmado y despojado de su armadura (¿os suena?), como también será susceptible de ser envenenado.
Los gráficos ya de por sí sorprendían al mostrar una excelente paleta de 10 bits y una cantidad de efectos en pantalla nada desdeñables, además de unos grandes escenarios muy detallados y plagados de objetos ocultos, rutas alternativas y zonas secretas. Algo inusual si teníamos en cuenta lo que corría por las placas en aquellos años en el género, con lo cual este juego podía decirse que en el momento de su llegada era sin duda lo más vistoso y moderno. Ocho largos y complicados niveles en los que también destacaba la gran variedad de enemigos, jefes de fase con su típico "truco" y el acabado final en general.
La paleta de colores se explotaba al máximo en este juego.
A una calidad técnica y artística indiscutible apoyada por el uso de dos microprocesadores Zilog Z80 de 8 bits (y que se harían famosos al correr en los sistemas domésticos), se le sumaba una buena banda sonora y efectos de sonido. Todo ello ayudado por los dos chips YM2203 de Yamaha, que le otorgaban a todo el conjunto una experiencia estereofónica muy relevante en su tiempo y de gran sonoridad.
Pero nada comparable con el aspecto jugable del que os estaba hablando y que me ha obligado a rememorar viejos momentos en el emulador de Mame. Y es que Black Tiger aportaba al género de los beat'em up* / Hack and Slash plataformeros de los que bebía *(vamos a aclarar, que yo tampoco lo considero como Beat... sino como Hack and Slash con plataformas en 2D, pero que sigue alguna que otra pauta del primer género; sobre todo cuando el personaje está cuerpo a cuerpo con un enemigo y por el simple hecho de que era lo que se llevaba entonces y que había eclosionado con Double Dragon en el mismo año), un estilo propio y prometedor, y que sería copiado y clonado en los años siguientes (Satan, Magic Sword).
El primero de los enemigos suele ser de los más sencillos.
Esto es:
-la posibilidad de mejorar el equipo del personaje y hacer nuestra travesía más fácil a cambio de las diferentes monedas denominadas "zenny" que iremos recolectando.
-el hecho de tener que rebuscar entre cofres, algunos de ellos con trampas espectaculares y otros con brillantes tesoros.
-un sistema de "plataformas", por llamarle de alguna manera, muy bien medido y con verdaderos momentos frenéticos a golpe de salto.
-una medida de tiempo en descenso con lo que la dificultad y premura que eso supone está más que asegurada.
-daños visibles en el personaje (ausencia de armadura, veneno y pérdida del armamento con el consiguiente incremento de la dificultad)
-daños visibles en el personaje (ausencia de armadura, veneno y pérdida del armamento con el consiguiente incremento de la dificultad)
-la posibilidad de liberar a determinados personajes que nos venderán su inventario o nos darán una buena cantidad de monedas.
-y sobre todo, sobre todo, una gran capacidad de exploración. De hecho no sólo veremos mazmorras secretas plagadas de enemigos y tesoros, sino también objetos ocultos mientras intentamos no perdernos en rutas distintas con la guía de unas flechas que van cambiando de intensidad su color. En definitiva, un arcade de los mejores y capaz de aportarnos grandes momentos de diversión.
Algunos npcs liberados nos venderán poderosos objetos.
Como únicas pegas he de decir que ésto lo vemos en el propio movimiento del personaje, bastante escaso e incomprensible viendo el resto. No así en las animaciones de las que disfruta, muy bien gestionadas y realizadas. Pero al atacar y saltar por este mismo problema deberemos ser bastante precisos. En ningún momento podemos disparar hacia arriba o hacia abajo, debiendo considerar el situarnos a la misma altura del contrincante. Lo mismo para el salto, en el que además de practicar nuestro "timing" a la hora de saltar en el instante correcto también deberemos saber cuándo una vez con los pies en tierra tenemos que parar. También incluiría aquí algún que otro sonido exagerado y que no tiene lugar, como por ejemplo cuando se deja caer.
A veces los enemigos no son lo más peligroso sino nuestro entorno.
Lo mejor:
-Todo lo que ya he nombrado y su capacidad para enganchar.
Lo peor:
-Salto difícil e imposibilidad del personaje para atacar en vertical.
-A veces es algo complicado sortear ciertas zonas y nos sacará de quicio.
Conclusión:
Black Tiger es un juego sobrado de calidad técnica incluso a día de hoy. Es un juego difícil aunque no imposible, pero que nos obliga a memorizarnos todas las zonas si nos lo queremos terminar con una única "moneda" o partida. El personaje responde al tópico bárbaro que todos conocemos y el universo que lo rodea otro tanto de lo mismo. Grandes niveles, algunos muy bellos, y decenas de enemigos que nos harán padecer lo imposible en cuanto nos tengan en su mira. Se agradece enormemente la posibilidad de mejora del personaje y el uso de rutas alternativas. Es indudable que el jugador más experto verá características en él que más tarde fueron incluidas en otras franquicias.
Totalmente recomendado.
Os dejo con algunas imágenes de tanto la máquina recreativa como del mismo juego así como tomadas de otras versiones.
Recreativa
Commodore 64
Amstrad Cpc
Zx Spectrum
Amiga 500 (muy fiel al original) Imagen de thepixelpump
NES - imagen recogida de thepixelpump
La versión japonesa llamada Black Dragon.
Amiga 500 (muy fiel al original) Imagen de thepixelpump
NES - imagen recogida de thepixelpump
La versión japonesa llamada Black Dragon.
Procesador Z80
Antes de terminar, una curiosidad. Este juego en concreto fue "copiado" por Dynamic con su Satan. De hecho se habló en su tiempo de pasar por los tribunales. Nada más. Es un apunte que no recordaba y que gracias a una breve discusión en Twitter con otro redactor sobre el género de este Black Tiger me lo ha recordado.
Gracias por pasarte :)
Gracias por pasarte :)