TORO es el primer juego arcade del mundo del toro para consolas de última generación. En él pondrás a pruebas tus habilidades, reflejos y agilidad tirando toros de más de 500 kg en las plazas más famosas del mundo (reales y ficticias) y a la vez te divertirás con los divertidos minijuegos en donde el toro tomará el protagonismo.TORO es un juego divertido pensado para todos los públicos y para los aficionados del mundo taurino. En él te enfrentarás a los toros más bravos del mundo y podrás convertirte en el mejor torero de la Historia.
En cambio sí se habla -y recalca- de diversión y entretenimiento. Dos actividades que parecen cobrar otro significado en manos de quienes pervierten la vida y la convierten en un juego. Psicópatas, tarados, calificadlos como queráis (sigo hablando del público que disfruta con esto). Además el texto exagera e impulsa la idea de que el público para el que también se refiere es general. Por favor, no todos, una gran mayoría, estamos en el mismo saco de los que aprueban este proyecto. Sospecho aún así, que a pesar de la gran torta que se llevará en ventas y a pesar de la publicidad gratuita a la que se está sometiendo por ponerle en entredicho, cualquier cifra por paupérrima que sea se hará rubricar como si fuera un triunfo. Consuelo de mediocres. Me pregunto si es que el estudio ha optado por tratar este tema impulsado y financiado por la propia industria del toreo o es que sólo lo han hecho para darse a conocer. Si es lo segundo enhorabuena, aunque eso no implica que lo que hagáis sea bueno. Así y a bote pronto, hablando claro, el juego a nivel técnico me parece bastante pobre y hasta un insulto para los jugadores de la tan cacareada nueva generación. Casposo, rancio, muy típico y tópico de la España que se pretende vender. No sé quién será el figura que pretende exportar esto, cuando el resto del mundo civilizado alucina con lo que ocurre ahí. Por cierto, donde decís tirar, ¿por qué no llamarle matar o clavar?
¿Por qué nada tiene que ver un videojuego violento con éste en concreto? - (Recalco esta parte porque he visto a gente que tras leer este párrafo sigue argumentando la misma pregunta de manera demagógica y en apariencia progresista. Es pura lógica, pero al parecer cuesta...)
Otra de las causas que esgrimen los que apoyan la iniciativa, es la de que el resto hace gala de una hipocresía remanente y galopante en gran parte de la sociedad. Según ellos el juego no debería prohibirse ya que no son pocos los videojuegos en los que se matan seres humanos y no por ello se prohíben. Aquí les diría que hicieran no sólo acopio de conciencia sino también de sentido común. Sin embargo suele ser aquí donde la demagogia (pero a raudales) de la que tanto culpan a los detractores las que se hace poderosa y chabacana tanto en sus dedos a la hora de escribirlo como en su lengua. Que yo sepa en los videojuegos donde el protagonista acaba con poblaciones enteras de pueblos o se lía a tiros con grupos, etnias o ejércitos sin ningún miramiento, suele existir un motivo a veces histórico o argumental dentro de una trama con tintes negativos. El enemigo suele ser malvado y dañino, o bien supone un aspecto que dentro de la trama conviene eliminar para nuestra supervivencia o la de los nuestros. Siempre con una razón al menos coherente. El malo es derrotado y el bueno triunfa. Existen obviamente, excepciones a esta ecuación y seguro que si indagamos muchas de ellos nos llevarán a error. Pero que alguien me explique en Toro quién es la víctima y quién el torturador. La respuesta es clara. Hasta donde llega mi conocimiento el toro es destrozado hasta la muerte y el periplo entre la finca donde pace hasta el ruedo es aterrador (ceguera, maltrato en el transporte, drogado para no ser tan bravo... ese es otro tema que los interesados niegan pero que es evidente y de eso no vamos a hablar), y aunque sea a través de la pantalla la sensación de que lo que estamos proyectando es una imagen medieval y trasnochada sigue siendo patente. Otros prefieren que sea así y no en las plazas auténticas donde se lleve a cabo la masacre, pero tanto unos como otros, al igual que los que dicen que no están a favor pero aceptan que sea un videojuego, tienen las manos tan manchadas de sangre como el que cada fin de semana paga religiosamente en taquilla su entrada. Incluso alguno he leído a alguno juntando churras con merinas o confundiendo la velocidad con el tocino, argumentando que somos muy hipócritas cuando defendemos la vida de un elefante y luego comemos pollo en un McDonalds. Mi consejo es que dejéis el teclado a buen recaudo y no permitáis que el chimpancé de la casa se siente frente al ordenador. Yo hace tiempo que dejé de comer perro...
¿De qué sirve todo el movimiento mediático y protestas llevadas a cabo durante todos estos largos años si, a la mínima de cambio, permitimos esta aberración? ¿Qué diferencia existe entre esto y un juego que promueva cualquier otro tipo de maltrato, la pederastia o la violación? El ensañamiento, el disfrute de la sangre y el sufrimiento, la ovación de un público enfervorecido por algo a lo que el aficionado no da ningún valor. La suerte y la vida. Suena tan de la España del medievo que hasta me parece increíble estar hablando de esto. ¿Recordáis un programa en la televisión, un reality, donde visitaban a una familia aficionada al toreo? No sólo su padre, sino que la hija, una chica de apenas 14 años, disfrutaba con el hecho de que las corridas privadas (incluso peores que las que todos conocemos, sin norma alguna y con todavía más sufrimiento) que realizaba su padre eran su único divertimento. Le auguro a esa niña una juventud y un estado adulto muy negro además de una personalidad absolutamente nefasta. Quien permite eso y promueve tales actos a un inocente no tiene nombre.
El juego saldrá sí o sí, Microsoft ha desestimado las firmas (y el ver que han respondido significa mucho a pesar de la pérdida), así que lo veremos más o menos en abril. En una cultura como la española donde se premia lo mediocre y soez, lo salvaje con nuestro entorno, donde se atenta contra todo lo que no dé beneficios o se destroza una fauna y especies únicas en el mundo, donde la caza sigue siendo indiscriminada, donde se recalifican los suelos forestales para llevar a cabo otra burbuja inmobiliaria o la ley de protección de costas es casi inexistente, donde los políticos roban y los violadores y asesinos andan sueltos y tan campantes como Pedro por su casa, lo único que nos queda es nuestra voz o escribir. Yo seguiré a lo mío y, si han de preguntarme, prefiero ver a un toro así y no de otro modo.
Las opiniones son mías y de nadie más. El que comente para defender la barbarie puede dejar sus opiniones libremente (no se van a borrar) pero ya de antemano se puede ir a la mierda con total libertad. El que disfruta con este tipo de videojuegos o acciones en las plazas reales desde el minuto uno deja de ser persona y merecer mi respeto. Es escoria (tienes permiso para insultarme o para decir que mis argumentos no te valen, aunque me va a dar igual ya que los de tu clase no llegan a ningún entendimiento que no sea el sufrimiento). Si tenéis algún problema con eso pues ya sabéis, a solucionar ese y vuestro retraso mental. Siento ser poco disciplinado, pero es mi blog y aquí la dictadura la llevo como quiero. Os podéis ahorrar la tontería esa de que si no me gusta que no vaya y tan contentos o la de que salga a la calle y proteste. Otra gran frase explicativa de vuestro atraso a la hora de argumentar. A vosotros os podría decir lo mismo. Y a los que no lo apoyan pero les da exactamente lo mismo porque no hace daño a nadie... pues ya saben que tienen tanta culpa como el que lo apoya. Mirar para otro lado no os exime.
Vivan os touriñosss vivoooooooosssssssss ,muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!!!!
ResponderEliminar:-d
Creo que cualquier tipi de censura en el mundo del videojuego es ir miles de pasos atras. Un videojuego es un producto, puedes o no consumirlo. A mi los juegos de futbol me parecen idiotizantes y los ignoro
ResponderEliminarTienes razón, sería un paso atrás, pero aprobar el tema del que trata sí es en realidad retroceder en muchos aspectos. Libertad de expresión tampoco debe ser un "todo vale". Existen límites que no deberíamos de sobrepasar. Un saludo y gracias por tu comentario.
EliminarMe gustan los toros. Soy protaurino y, por lo tanto, pienso q la tauromaquia, más q una cultura, tal vez debería definirse como incultura.
ResponderEliminarA mí también me gustan ;)
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