Uno siempre lamenta comenzar el día con una de esas noticias que nunca quisiera llegar a plasmar en un blog o cualquier otro lugar. Mucho menos cuando se trata de la muerte de una persona, se tratara de quien se tratara. Pero en este caso, y por todo lo que su trabajo supuso en lo que es ahora nuestro ocio o pasatiempo, es de recibo al menos dedicarle unas líneas.
El "padre" con su criatura. Su legado.
Ralph H. Bauer, el considerado verdadero padre de los videojuegos como concepto, nacido en Alemania y uno de tantos muchachos que, junto a sus padres y por ser de origen judío, huyeron de la alemania nazi, ha fallecido, y con él una parte de aquellos inventores de la vieja escuela que, sin quererlo, cambiaron el mundo para siempre.
Corría el año 2009 en este mismo blog cuando le dediqué, en la segunda entrada de su historia, un texto a una de sus obras, y que sirvieron de plataforma de despegue para la industria en la que ahora nos movemos.
Odissey, de Magnavox, la primera consola de sobremesa doméstica, que llegaría en el año 1972 a partir de un proyecto de 1966 llamado
Brown Box (la caja marrón), desarrollada por el mismo señor Bauer.
recibiendo la medalla de un señor llamado Bush
Pero ha sido la vejez (a la edad de 92 años y al que ya veíamos un tanto desmejorado desde hacía unos añitos) la que nos ha llevado a toda esta leyenda que para siempre quedará en su nombre rubricado en los libros de historia. A ver, no seamos tampoco unos sectarios, pues es de sobra conocido que al señor Bauer los videojuegos le traían en sí mismos sin cuidado; su afán no era otro que el monetario, como muchos otros inventores de su época. Pero eso no quita que no debamos de agradecerle todo lo que hizo en favor de los videojugones que somos. Creador también de la pistola de luz (no confundir con el sable de luz ;)), un periférico -el primero de una videoconsola- que lanzaba ondas a la pantalla y que permitía que interactuáramos como nunca antes se había hecho. Os hablo de Shooting gallery, un "videojuego" de disparos. También fue una de las manos tras uno de los más famosos juegos de mesa de los años ochenta: Simon, difícil que ahora mismo nadie lo recuerde, sobre todo si ya tienes unos años.
Simon, muy popular en los 80. Todos queríamos tener uno.
En el año 2006 fue investido por el entonces presidente de los Estados Unidos, George Bush, con la medalla Nacional de Tecnología, por su obra pionera en favor de la comercialización y desarrollo de los videojuegos interactivos.
Por ello que he decidido dedicarle estas líneas. Descanse en paz señor Bauer, muchísimas gracias y hasta siempre.
Gran homenaje a esta hombre. Descanse en paz.
ResponderEliminarAmén.
EliminarAlemania perdió la guerra y a muchos genios. Descanse en paz.
ResponderEliminar