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2 de mayo de 2013

Xogo - Análisis: Wargame: European Escalation (PC)

Analizar un juego de estrategia es, por lo general, mucho más difícil que lo que pueda suponer cualquier otro título de distinto género. Y es que a la hora de valorar tanto puntos positivos como negativos, uno necesita tener en cuenta otros factores además del argumento y todos aquellos valores inherentes a un videojuego: calidad artística y técnica por poner un par de ejemplos e incluso la Inteligencia Artificial.

Carátula de Wargame: European Escalation
Hablamos pues, de características poco contempladas en otros títulos de acción. Que son: la facilidad y agradecimiento en el manejo de su interfaz para con el usuario, el balance y equilibrio entre  las distintas unidades, además de otros diferentes aspectos propios de su género. Más aún si nos encontramos frente a un juego con una gran vertiente enfocada en el multijugador.

De este modo y bajo el nombre de Wargame: European Escalation --a partir de ahora WEE--, los desarrolladores franceses de Eugene System (R.U.S.E, Act of War) nos muestran un título, que si bien no trata el campo de la estrategia al uso, sí ahonda en ciertos aspectos que lo asemejan más hacia ese terreno que a cualquier otro género existente. Sin embargo no es estrategia al 100%, ya que el juego puede compararse con cualquier otro, ganando de manera sorprendente en cuanto a inmediatez. Y es que WWE no se va por las ramas al dejar que el jugador se centre única y exclusivamente en otros detalles más encaminados a la acción. 

Porque WEE es al mismo tiempo, un juego que persevera en la búsqueda del combate directo, y sin más distracción que la preparación previa a la batalla. Es cierto que de algún modo gozamos de muchas similitudes con otros títulos de estrategia. De hecho, escoger y colocar cuidadosamente nuestros efectivos sobre el mapa, no deja de ser precisamente eso, pero en su mayoría la clave principal del juego es golpear al enemigo antes de que éste pueda hacerse fuerte. 

Pero nada es lo que parece en WEE, porque el título tiene mucho más de lo que deja ver. Y si a primera vista puede resultar demasiado simple, lo cierto es que a medida que vayamos dedicándole horas descubriremos todo su enorme potencial.

Comenzamos...
De cuando muchos aún no habíais nacido...

Si hay un referente europeo al que más se acude junto con la muy gastada 2ª Guerra Mundial, ese es el que cubre la época de la llamada Guerra Fría. En WWE, los ejércitos de la OTAN y el Pacto de Varsovia se enfrentan enconadamente en espectaculares batallas sobre los campos y ciudades de la vieja Europa (años 80); un marco bastante interesante que sirve para lanzarnos en cinco campañas que, de forma escalonada, irán aumentando progresivamente su dificultad hasta llegar al punto álgido final. 

Pero para que corra la sangre y el metal, necesitamos números, y éstos los proporcionan las distintas facciones, países y coaliciones. Así, tenemos a la antigua URSS, la Polonia Comunista, Alemania del Este y Checoslovaquia, como parte del Pacto (mi facción preferida por su contundencia), e Inglaterra, Francia, Alemania del Oeste, y como no, los Estados Unidos de América, haciendo lo propio desde el lado de la OTAN. Es de destacar que según la facción que escogamos, el jugador tendrá unas u otras unidades de cada país, sorprendiendo éstas además, por la similitud casi exacta con sus homónimos reales en cuanto a diseño y comportamiento.

Una vez puestos sobre la mesa de juego los distintos participantes en esta contienda, nos adentramos en el juego desde el punto de vista técnico.

¡¡Vamos.Vamos.Vamos!!
Más cifras que letras

Aunque si es con sangre, la última también entra. Y de eso tendremos toda la que queramos, porque una de las cosas que más nos llamarán la atención al ponernos por primera vez en Wargame: European Escalation, es la apabullante cantidad de unidades existentes por uno y otro bando. Algo más de 300 unidades --terrestres en su mayoría y una buena parte de tanto tanques como infantería-- con las que ir cubriendo todo el campo de batalla. Una cifra bastante espectacular sobre todo si tenemos en cuenta que cada una de ellas intenta representar fielmente a las existentes por la época. De hecho serán sus características bélicas junto con la definición de los modelos, lo que más nos impresionará, repercutiendo de manera sobrada en cómo se moverán y comportarán una vez en combate. Si saber escoger es de sabios, en este juego lo es todavía más.

Para sostener semejante elenco de estas proporciones, el campo de batalla donde se ha de llevar a cabo la contienda también ha de ser impresionante. En este aspecto el mapeado puede dejarnos algo fríos, y si a eso le sumamos que no existen herramientas de edición de ningún tipo, a la larga podemos vernos limitados en la experiencia. No son especialmente mapas pequeños, aunque sí padecen ciertos defectos todavía mejorables. A estas alturas de partido, sigo sin concebir que una vez en juego no podamos destruir puentes o crear rutas alternativas modificando el escenario en nuestro favor. Sí son mapas bastante detallados y de una buena calidad, pero dejar nuestra huella sobre la hierba, marcas de explosiones, o prender fuego a las masas boscosas y campos, así como destruir edificaciones, es poco si pensamos en todo lo que se habría podido hacer con el motor del juego. La 2º generación del IrisZoom: un motor propiedad de los desarrolladores con el cual podremos manejar el juego tanto desde las alturas como casi a nivel de suelo en apenas un segundo, parece despuntar en algunos puntos mientras en otros no. Además, al menos en multijugador, una vez que nos hayamos visto los pocos mapas existentes, descubriremos también que no sólo pecan de escasos sino también de poca variedad. Se echan de menos mapas con nieve o que nos involucren en grandes ciudades, con todo lo que implicaría llevar a cabo una partida en ellos. Una verdadera lástima que podría haberse subsanado con un simple editor de mapas y herramientas para mods.

Una columna sin apoyo antiaéreo de ningún tipo es un blanco fácil y débil
En resumen, modelos bastante detallados y entornos semidestructibles a los que les falta algo más de variedad. De todas maneras, hay que reconocer que el juego engancha como pocos (yo ya llevo unas cuarenta y tantas horas entre multi y campaña, y sólo he desbloqueado sobre unas cuarenta nuevas unidades). Toda la parafernalia bélica se comporta de un modo bastante creíble en cuanto a términos balísticos y físicos respetando la realidad. Así, nos topamos con muchísimas unidades y variantes, que irán aumentando su eficiencia dependiendo de su coste incluso dentro de la misma serie. No será del mismo modo, por ejemplo, llevar un T-80 que un T-62 del Pacto, puesto que ambos difieren en rango  y distancia de ataque, estabilidad, velocidad y consumo (Las unidades consumen combustible al igual que munición) como poder de penetración. El poder destructivo y defensivo no es ni idéntico ni se le parece. Y la verdad es que ver todo en movimiento, con sus explosiones y apoyado por un buen sistema de sonido, se hace BRUTAL.

Sostener fuego de artillería sobre una posición, hará que muchas de las unidades enemigas no puedan continuar en el frente y se batan en retirada.
Contundencia sonora

El registro sonoro de WEE es sencillamente magnífico. Hay pocas cosas más placenteras que apoyarse en un buen 5 o 7.1 para disfrutar de todo el fragor del combate. Si alejamos la cámara, el zoom nos dispondrá en las alturas a través de una vista satélite a la vez que el rugido de los bombardeos cambian también como lo haría si nos alejáramos en la realidad. Si nos acercamos todo lo posible, vibraremos ante la gran cantidad de pistas sonoras para cada uno de los vehículos o unidades aéreas así como su armamento. Además, entre la soldadesca, diferenciaremos a aquellos que hablen en ruso, polaco, francés e incluso inglés con acento americano. Mucho cuidado con estar en pleno frente y bajo el fuego de artillería. La pantalla vibrará literalmente.

Sin embargo, pese a que el resto del audio es bastante notable, no podemos decir lo mismo de la banda sonora musical. Muy limitada y que se limita apenas a un par de temas. Aunque sí hay que decir que a su favor no es molesta ni repetitiva, quedando cuando la ocasión lo requiere en un segundo plano.

Sobre el tablero

Vamos pues, con el plato fuerte de Wargame: EE. Y para hacerlo hablaremos más del multijugador que de la propia campaña. Ambas en esencia funcionan del mismo modo. Sin embargo la campaña difiere en el "multi" respecto a que en la primera nos moveremos a través de una serie de misiones principales y secundarias, donde las últimas cambiarán de forma dinámica según los acontecimientos ocurridos durante la misión principal. Además, si algunas de las unidades sobreviven y pasan al siguiente nivel, éstas se mantendrán junto con su experiencia hasta ser destruidas. Por todo lo demás, es prácticamente igual.
Una vista satelital es crucial para entender los puntos de entrada y de control a defender.
Lo primero que debemos tener en cuenta antes de asustarnos frente al panel de control, es de que nos encontramos sobre un plano de batalla aéreo en el que colocaremos nuestras unidades de combate. Las flechas blancas y los diferentes enmarcados en color azul o rojo, no son más que las zonas de posesión, que de dominarlas, nos darán más puntos de asistencia así como nuevas rutas por las que llegar los refuerzos. Ésto será posible mediante la colocación de vehículos de mando, muy vulnerables y costosos que habrá que proteger como sea.

Al comienzo de todo (en multijugador especialmente), el usuario podrá depositar las diferentes unidades escogidas en la baraja (de la cual hablaré ahora mismo), y que se limitan a un número determinado de ellas para evitar que el jugador pueda colocar las que sean sin un control e incentivando el componente estratega. A tantos números de refuerzos por unidad, tantas veces se podrán reponer sobre el campo de batalla. Una vez llegada la cifra de refuerzos a cero, y por muchos puntos de asistencia que tengamos, nos quedaremos sin nada. Por lo tanto es muy importante saber cuándo hay que sacar ciertas unidades, y como apoyarlas con otras en caso de confrontación. En definitiva, con este método valoraremos la pérdida de cada unidad de un modo mucho mayor.

Para añadir unidades a nuestra baraja (digamos que se trata del tipo de unidades diferentes con los que contaremos en cada batalla, siendo hasta un máximo de 25 tipos y pudiendo algunas de ellas albergar otras tantas dentro de su misma serie, aumentando de este modo nuestra efectividad), el jugador necesita una serie de estrellas de mando. Éstas se consiguen a través de terminar misiones en la campaña o ganar partidas multijugador, ya bien contra otro usuario o contra la misma máquina. Una vez adquiridas, las canjearemos por las unidades que queramos siempre dentro de su rango, y éstas a su vez podremos añadirlas a la propia baraja de batalla. Es muy importante saber qué escoger, ya que dependiendo del tipo de unidades incluidas, podemos basar nuestro estilo en defensivo, ofensivo, o simplemente una mezcla. Tened en cuenta que no siempre una unidad más potente es siempre la mejor para según qué enemigos o qué tipo de estrategia llevada a cabo por el jugador. A veces unidades más baratas y más ligeras pueden resultar un buen dolor de cabeza para el contrario. En WEE nada es lo que parece, recuerda...

Las barajas son vitales para definir nuestro estilo de juego.
Comportamiento realista en batalla

También en multijugador, que una unidad sobreviva a otra otra tiene premio. Ésto se verá reflejado en la mejora de su rango de ataque, puntería, maniobrabilidad y por supuesto, la moral. Cuanto más elevada, mejor efectividad en situaciones normales y de estrés. Un vehículo potente y con la moral por el suelo, no es más que un pelele para otra más débil y un blanco fácil de derrotar. Además, y para aumentar el realismo del combate, las unidades pueden resultar dañadas o debilitadas según el terreno por el que pisen o su situación. Por poner dos ejemplos, una unidad terrestre cruzando sobre el barro es mucho más lenta y verá entorpecida su maniobrabilidad, y otra a la que hayan rodeado por el fuego o dañada mecánicamente por el fuego enemigo, tendrá muchísimas posibilidades de que huya en pánico o se vea superada en combate, que otra que se encuentre a salvo en una buena posición. Es vital como digo, el equilibrio perfecto en cada escuadrón. De nada vale cargar con varios pelotones de infantería si ninguno tiene medios o el arrojo suficiente como para poder hacer frente ante un enemigo más preparado.

Hablé casi al principio, de que cada una de las unidades venían definidas por una serie de características lo más cercanas posibles a la realidad. Un dato muy a tener en cuenta, es el hecho de que ninguna de las cifras están puestas porque sí. Números como los incluidos en el poder de penetración, efectividad y puntería, estabilizador o distancia a la que pueden hacer blanco, etc, definen la capacidad de reacción, ofensiva y defensiva que pueda tener. Además, existen varios puntos extra de resistencia y ataque influidos por la altura del terreno, distancia, o el tamaño de la vegetación en la que nos encontremos ocultos. Pero para ser más claro y daros una idea muy general de lo que supone el realismo de este juego, voy a detallaros un instante durante una de mis batallas.

Usar muchas unidades ligeras a lo loco contra una más poderosa, puede ser un buen método aunque no siempre... ya que si ésta es capaz de defenderse o se encuentra en una buena posición, puede llegar a sorprender. En WEE los números hacen, pero no son determinantes.
"En una de las ocasiones pude ver como uno de mis tanques (un T-64BV ruso con el nivel de experiencia en su grado máximo), era acosado por unidades de rango bajo estadounidense. Creo recordar que hasta tres brigadas de cuatro (unos 12 tanques en total). La única defensa posible que tenía en ese momento, y aún gracias a que no me atacaron por aire, era un amplio matorral y algún árbol justo enfrente. Las unidades enemigas llegaban de costado por delante de él a casi un kilómetro de distancia. Atacarles justo en su flanco, donde su armadura era media ya que el frontal soportaba más los golpes, fue crucial para hacer que emprendieran la huída y muchos de ellos fueran destruidos.  Tras el primer ataque, ya me habían detectado pese a hallarme oculto, pero durante sus acometidas, la gran experiencia y la capacidad de aguante de la moral de los hombres del tanque, resistieron incluso varios impactos directos sin amilanarse. Terminaron finalmente, muriendo bajo el ataque de un helicóptero enemigo enviado por la máquina (una buena IA con algunos errores), al no disponer de medios antiaéreos lo bastante potentes para hacerle frente. El T-64BV en el juego, es un tanque de nivel bajo tirando a medio. Imaginaros lo que se puede hacer con una buena colocación y todo a vuestro favor."

Podéis haceros una idea de cómo influyen muchísimas circunstancias en el comportamiento de una unidad. La infantería es brutal apoyada por un par de tanques, y si es capaz de parapetarse en un edificio, lo es todavía más. Eso sin contar con los vehículos de reconocimiento, que según la calidad de su óptica, pueden reconocer a un enemigo a más distancia que el resto, lo cual implica que de forma automática todas tus unidades la vean y las más cercanas puedan intentar un ataque con un amplio porcentaje de acierto incluso en su distancia límite para hacerlo. Es una de las unidades más útiles, y en la distancia, si te la derriban, el enemigo se ocultará por completo ante tus ojos. Tal y como se haría en una batalla real.

Inconvenientes como el ya citado barro, el fuego, la caja de munición dañada, motor o cualquier otro elemento electrónico o mecánico sometido al estrés durante el combate, pueden dar al traste con una buena planificación incluso en una unidad potente. Es muy necesario mantener un ojo atento ante la unidad implicada y de ser posible, guardarse un as bajo la manga que pueda defenderla o paliar la situación para salvarla.

He aquí el sujeto en cuestión. Todo un héroe.
Lo mejor:

-Realismo puro y duro. Tiempo de recarga, estabilidad en movimiento, precisión, errores electrónicos o mecánicos, consumo de combustible y munición, y todo un largo etcétera, lo convierten en una de las esperiencias más gratificantes en el campo de los RTS. Además podemos controlar qué tipo de arma usar en las unidades que tengan varias.
-La gran cantidad de diferentes tipos de unidades y sus distintas características.
-Espectacularidad en las batallas y la cámara. Totalmente libre, y que aleja y acerca la acción a nuestra elección.
-Es muy adictivo, sobre todo en multijugador.
-Posibilidad de grabar y reproducir las partidas en multijugador.
-El entorno, pese a algunos defectos.
-La campaña es un buen tutorial que explica cada uno de los métodos.

Lo peor:

-Escasez de mapas en multijugador y poca variedad de tipos de terreno.
-Efectos de iluminación mejorables.
-Cuesta hacerse con él hasta no jugar varias partidas.
-Que el escenario no sea 100% destruible a pesar de que podemos prender fuego a los campos, bosques y destruir las edificaciones.
-No existen puntos de enlazado para hacer rutas o patrullas automáticas. El jugador debe hacerlo de forma manual.

Conclusión

En definitiva, y dejándome muchas otras cualidades de este juego, es de las experiencias bélicas más realistas que ahora mismo pueda existir para PC y seguramente para cualquier otro sistema. A la espera de Wargame: Airland Battle, que contará con --agarrense-- más de 750 tipos de unidades, aviones y un nuevo motor gráfico mucho más realista, ésto es lo que ahora tenemos. Un juegazo como la copa de un pino que os insto a que os hagáis con él a través de Steam. Si os gusta el realismo, la estrategia y la acción bélica, es uno de esos juegos que no debéis escapar. Con una amplia comunidad basada en ligas y con todos los Dlcs de descarga gratuitos. Quizás se os haga complicado al principio, pero una vez que dominéis no dejaréis de jugar.

Altamente recomendado.

La artillería pesada es mejor dejarla a buen recaudo y a distancia. Algunas unidades pueden disparar a cuatro km de distancia. Úsala sobre los grandes contingentes enemigos visibles a un vehículo de reconocimiento.

2 comentarios:

  1. La verdad que el juego pinta genial, pero lamentablemente y a pesar de que me gustan mucho, soy un auténtico paquete en los juegos de estrategia u_u pero paquete elevado al cubo. Y mira que lo he intentado y he tenido paciencia, pero no hay manera.
    Si a eso le sumamos que en juegos más antiguos con menos opciones que ya me perdía, con este me da un telele XD

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