La simple pronunciación de su nombre provoca en nosotros sensaciones de lo más dispar. Desde quienes lo idolatran y rinden pleitesía bramando oscuras oraciones en lenguas antiguas, hasta quienes escupen en su nombre aún a sabiendas de que esa afrenta será la última acción blasfema que harán en su miserable vida. Decir Doom es decir Dios. Y decir Dios es poner a ID Software por encima de todo lo demás.
su nombre evoca vagos recuerdos en el infierno
Pero sólo sé una cosa: arderéis en las profundidades del infierno mientras el Cyberdemon os flaguelará hasta el final de los tiempos.
Señores, señoras, videoadictos en general. Sabía que tarde o temprano llegaría este momento. Sabía que tendría que dedicarle una entrada. El más grande y el que más horas de sueño me quitó. Al único que después de muchos años, todavía mantengo en mi disco duro y juego siempre que puedo. Me rindo ante él. Me pongo a sus pies. Lamento ser tan "insultantemente" poco objetivo. Pero hoy no. Hoy no, porque voy a hablaros de DOOM: el J.U.E.G.O. Sin discusión...
señor...ven a mí...amén...
Nota-Mi intención es crear una pequeña enciclopedia en torno al universo Doom. Dividirla por partes y tratar de mostrar una referencia a todo lo que tenga que ver con el juego. Al final, y si es que hay más entradas dedicadas a este juego, encontraremos los diferentes enlaces. Sobra decir que estas entradas las actualizaré para ir mejorándolas a medida que vaya recordando más cosas..
-(Las imágenes son sacadas por mí)
El comienzo, mi comienzo...:
Todo comenzó una tarde mientras colgaba una clase en el instituto (...que no me enteré yo..) Física y química con Paco Makanake, mi profesora de la misma y más mortífera que una reina Alien en el metro a las tres. No me apetecía mucho ir, así que decidimos entre unos pocos mendrugos, ir a pegarle unos vicios a las máquinas recreativas(sí amijos, en mi juventud existían esas cosas por doquier). WWF, con el Gran Guerrero Americano, Enterrador y Hulk Hogan cubriendo aquella hora de vicio en un bar oculto entre callejones. Llevábamos así unos minutos, aporreando a dobles la palanca, cuando uno de ellos dijo con voz imperiosa: -Eh, vamos a mi casa a jugar al Doom. ¿Doom? me dije... extraño y desconcertante nombre para mis oídos. No tenía ni la más remota idea de qué significaba aquella palabra. Supuse que sería algo semejante al U.F.O o al Monkey´s Island, ya que por aquel entonces mis compañeros de gimnasio no paraban de comentar las excelencias de tales clásicos atemporales. Supuse mal, porque Doom, el azote de mi juventud, no tenía nada que ver con aquello.
así me quedé al ver el jueguito...
Todo lo que poseíamos para mover aquella joya era un flamante Pentium 75 (reíros, pero en aquel momento era el descabezado padre y movía con soltura todo lo que le echaran) Vetusto y achacoso, ya que su dueño le metía una estopa insana que haría temblar a los procesadores de medio mundo. Allí, en aquella vieja habitación con el piso bamboleante de madera susceptible de venirse abajo con nuestro peso, parecíamos cuatro rezagados escapados de alguna secta. En aquel año yo todavía no gozaba de los compatibles. Fue todo un descubrimiento saber que había una vida más allá de mis consolas. Y no lo dudé. Los pcs tenían entonces una gran cantidad de títulos de muy buena calidad que esperaban impacientemente a que yo les metiera el dedo. Mmmm... Sigamos...
Encendió el equipo como si de un cohete se tratara. Y esperamos unos instantes que se volvieron eternos. La pantalla completamente negra, y una línea para escribir comandos hizo su aparición:
Se llamaba DOS
C:/juegos/doom2/doom2.exe (me estrené con su segunda parte. De la primera no supe su existencia hasta aquel preciso momento)
...y...tras una sucesión de líneas en pantalla... apareció esto:
Cuando salió el menú inicial se escucharon unos coros por detrás...
¿Qué era aquella imagen tan impactante? Una pesadilla que ni la más enfermiza de las ensoñaciones podría imaginar mi inexperta mentalidad: un gigantesco demonio se alzaba ante un indefenso soldado que trataba de hacerle frente con un simple arma en su mano. Era como si el temor de aquel guerrero se traspasara a nuestras retinas. Todos exclamamos sorprendidos aquella secuencia mientras algarabiábamos a su propietario. Sabedor él de que estaba adentrándonos en terreno sagrado.
Entonces y como absorto en un profundo éxtasis, reparé en unas letras bien grandes resaltadas en la pantalla: DOOM, el mismo nombre que unos minutos antes hizo que me estremeciera. Según los gurús más entendidos, existía una primera parte desconocida por mí completamente. No tener ordenador en aquel momento me provocaba un profundo rechazo y confusión. Sonaba a chino cuando escuchaba hablar de U.F.O, de Lure of the Temptress, de Le Chuck o Alone in the Dark. Eran palabras secretas que sólo los conocedores de la verdad se atrevían a pronunciar en secreto. oooHHHHHHHhhhhh
Sentados frente al monitor, nuestro maestro en aquellas lides, aprovechaba nuestro estupor mientras explicaba tal cual como lo haría hoy en día cualquier Peter Molyneux, todo el poder de aquel videojuego.
Y accedimos al menú...
Una calavera con ojos llameantes señalaba las diferentes opciones con las que comenzaríamos nuestra diabólica partida. Load Game (últimafase) ...y adentro....
Nuestro personaje se encontraba en una pequeña estancia circular. Rodeando esta, varias puertas permanecían cerradas guardando los peligrosos secretos que rondaban al otro lado. Según nos contó el dueño del juego (Daniel Ledo - un saludo si llegas a leer esto XD) aquella era una de las fases favoritas y de las más complicadas. Pero yo no estaba muy atento a sus palabras. No podía dejar de fijarme en aquel rostro que a duras penas se materializaba en la parte inferior de la pantalla. Un tipo rubio con aspecto rudo que no paraba de mirar hacia los lados (como para no mirar estando donde estaba metido...) Pero...¿dónde estaba el personaje?
pálido, de cartón piedra. No podía ser cierto...
FLOP!!!!... como de un sueño imposible, desperté enseguida a la realidad. Hasta aquel momento todo lo más que había pasado por mis manos era mi vieja master system, la megadrive y una super nintendo. Cualquier cosa que superara los gráficos en 2D y siempre vistos desde una lejana tercera persona, era irreal. No me lo podía creer. TODO, absolutamente todo, se veía a través de los ojos del propio protagonista. El techo, el suelo, las paredes. Mirase a donde mirase y hacia donde él jugador quisiera, allí se iba la vista. De un modo fácil, sencillo y sin complicaciones. Sólo con el teclado. Pero fue cuando al abrir una de las puertas que sentí flaquear mi entereza y doblé las rodillas (vale, he exagerado un poco pero me flipa hacerlo así). Frente a nosotros, rugiendo venganza y caminando sobre dos fornidas patas, un demonio rosa hizo acto de presencia. Lo que viene a continuación fue el germen de nuestro apego por las armas y a salir a limpiar las calles de diablos. Un tiro certero de recortada, justo a bocajarro, convertía en papilla aquella pestilencia que atentaba contra la integridad de todos. Sentíamos que eramos uno en sus manos y jaleamos como nunca lo habíamos hecho aquella purificadora acción. Y mientras, a lo lejos y ocultas en otras habitaciones, las más viles depravaciones mostraban su descontento entre gruñidos y lamentos.
la susodicha fase, el nivel 8.
Era la primera vez que veía unas 3D reales. Tiempo después comprendí que de reales más bien tenían poco, ya que sólo las simulaban. Fue el siguiente: Quake, quien mostraría al mundo las primeras 3d auténticas. Y si Doom me dejó boquiabierto, por Quake casi hago el camino de Santiago...)
Sangre, vísceras desparramadas, enemigos duros como rocas y unas cantidades de gore como nunca se habían visto; los ingredientes perfectos. Desde aquel momento y sin dudarlo...decidimos todos faltar a más clases ^^.
No había día (y esto es verídico) que no pensara en dicho juego. Y no había día tampoco en que no deseara tener mi propio Pc en condiciones. Locuras de la edad, imagino, pero ya había saboreado UFO y a un muy joven Warcraft, entre otros. Por lo tanto estaba seguro de que aquella inversión no sería una mala compra. Si por entonces le añadimos mi creciente deseo por el mundo de la programación, esta era la excusa perfecta para meter un pc en mi vida. Y fué así como llegó a mi casa mi viejo Pentium 166 MMX; un equipo que todavía conservo como oro en paño y que funciona perfectamente.
Para llegar a este punto todavía pasaron unos cuantos años desde que pude disfrutar de Doom por primera vez. Por entonces y rompiendo moldes en el mercado, una nueva consola comenzaba a llenar las televisiones de muchos hogares. Golpeándonos a todos los jugones con una nueva e inusitada potencia gráfica junto con la sobrada calidad de muchos de sus títulos. La Sony Playstation.
mi psx todavía la guardo en su caja original...
Ya tuve la ocasión de disfrutar una demo de Resident Evil. Eso, y la aparición de una versión doméstica similar a la de Tekken 2, muy popular en recreativas y a la que yo estaba enganchado, terminó por convencerme definitivamente de que yo tendría que hacerme con aquella máquina. Y así fue que dejé de subestimar el poder de la Sony Playstation. Pero aquí no acabaron los milagros; un buen día paseando por un centro mail de reciente construcción (ahora Game), descubrí al fondo de una de las estanterías el nombre de quien tiempo antes me hacía jadear como una vulgar perra salida.
El Final Doom.
otro incunable en mi estantería
Corrí hacia él entre exabruptos. Era la única caja que quedaba. Y ni siquiera quise ver ni análisis ni preguntar si era bueno. Lo compré como lo haría cualquier drogadicto con el mono. 7 mil pesetitas del ala que ya eran muchas entonces, pero que nunca de los jamases me arrepentí de gastarlos. No podía creerlo. Al fin estaba entre mis manos el juego que tanto me hizo loquear y soñar durante tanto tiempo. Ya no bastaba con visitar a aquel amigo e incluso gorronearle alguna noche para dormir o la hora de comer. Llegué a jugar tanto que un día me encontré soltando la papilla del tremendo colocón que había pillado jugando al Doom. Si queréis coger un buen mareo o ir de vientre... echaros horas con él sin parar. Ya veréis... ya...
mientras sigan ahí todo va bien.
Ya en casa, sufrí una pequeña decepción inicial al poder comprobar que aquella versión no tenía los mismos niveles del Pc. Con una jugabilidad igualmente acertada pero con un nivel menos de dificultad. Hasta ultra violencia. Pero ese desasosiego sólo me duró los primeros días. Después ya tanto me daba. Seguía siendo un Doom y las sensaciones que me provocaba eran las mismas. Con unos niveles mucho más trabajados y un sonido mejorado y envolvente que el juego original. E igualmente entretenido, adictivo y estresante. Todavía recuerdo la primera vez que abrí una puerta y apareció ante mis narices un Baron of Hell, con aquel sonoro bramido que a más de uno helaría la sangre. Cómo corría por todas las habitaciones tratando de que me perdiera el rastro. Hasta que, poco a poco y con una mayor pericia, les fui, si se puede decir, perdiéndoles el respeto. Un servidor ha mamado muchísimo Doom a lo largo de su vida y al final uno se acostumbra a todo...Lástima... De todos modos le dedicaré a este Final una entrada en el futuro.
Un año después de obtener mi "Play" me hice con el pc. No lo tenía ya planeado. Fueron circunstancias. Me puse a programar y la verdad es que me hacía falta un equipo en condiciones. Y... ¿a qué no sabéis qué fue lo primero que copié en disketts?. Pues no, fue el Warcraft. Pero al día siguiente le cayó el turno al Doom,XDD, y podéis creerme cuando digo que no paré hasta terminarlo. Este, Warcraft y el primer Tomb Raider me los pasé por la piedra suavemente hablando.
Significó tanto para mí este tremendo juego, que siempre acaba saliendo en mis conversaciones sobre videojuegos. Todo mi tiempo de ocio durante una temporada se lo dedicaba a él. Realizando mapas y modeando el juego como mejor sabía. Eran otros tiempos claro, con más libertad y ganas de probar cosas. Incluso batí un record: No hay prueba gráfica de ello, pero puedo decir bien alto que me acabé el último nivel en exáctamente 1 minuto 15 segundos y sin usar trucos.
ahí los vienen...
Os dejo con un duelo entre los dos enemigos más fuertes del juego, y en la próxima entrada dedicada a Doom pasaré al retro-análisis del juego en sí. Hasta la próxima :)
Enlaces sobre los análisis de DOOM clásico en este mismo blog:
Doom, el principio. (Pc) ENCICLOPEDIA (I)
Doom (Pc) ENCICLOPEDIA(II)
Doom 2 (Pc) ENCICLOPEDIA(III)
Doom-enemigos (pc) ENCICLOPEDIA(IV)
Doom-Armamento (Pc) ENCICLOPEDIA (V)
Doom-Items (Pc) ENCICLOPEDIA (VI)
Final Doom (Psx y Pc) ENCICLOPEDIA (VII)
Doom 2D
DoomNess para Super Nintendo.
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